viernes, 23 de noviembre de 2012

Los valdenses

Los valdenses


Los valdenses fueron el movimiento del reino más significativo de la Edad Media. Este movimiento comenzó aproximadamente en el año 1170 en la bulliciosa ciudad medieval de Lyón, Francia. Allí vivía un rico comerciante llamado Waldesius.* Él disfrutaba de su riqueza y le encantaba poder moverse dentro de los círculos de poder de su ciudad. Waldesius era un buen católico; asistía a misa todas las semanas.
Pero un día después de misa, Waldesius se encontró con un trovador que cantaba una balada acerca de un cristiano del siglo IV llamado Alexis. Alexis había sido un pagano rico y mimado, hijo de un senador romano rico. Sin embargo, el día en que Alexis iba a casarse, Cristo irrumpió repentinamente en su vida. Conmovido hasta lo más profundo a causa de su conversión, Alexis lo dejó todo: su familia, sus riquezas y hasta su prometida. Tras llevarse apenas la ropa que vestía, él viajó a través de Europa y Siria. Allí pasó la mayor parte de su vida orando y ayunando, sirviendo a otros y compartiendo el amor de Jesús. Él soportó la pobreza y grandes sufrimientos por causa de Cristo.
Años más tarde, con una salud muy pobre y su cuerpo desfigurado, Alexis regresó a Roma. Sin embargo, la familia y los amigos de Alexis no lo reconocieron, ya que él les parecía simplemente un mendigo mugriento. De manera que Alexis decidió mantener en secreto su identidad. Él aceptó un empleo doméstico de su padre (quien no lo reconoció), y vivió en un cuarto pequeño debajo de la escalera de la casa de su familia. Así vivió durante diecisiete años, tratando de servir a otros en el espíritu de Cristo. Cuando Alexis murió, su familia encontró su diario entre sus pocas posesiones, y entonces se dieron cuenta de quién era él realmente.
Waldesius se sintió muy conmovido por esta historia, la cuál provocó en su interior una crisis espiritual. Sintiendo su conciencia perturbada, Waldesius acudió a un sacerdote del lugar en busca de consejo. Allí se desahogó, y el sacerdote lo escuchó atentamente. Luego de varias horas de un sincero intercambio de opiniones, el sacerdote tomó su Biblia y le leyó a Waldesius el capítulo 19 de Mateo acerca del joven rico. “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme” (Mateo 19.21).
Aquellas palabras resonaban en los oídos de Waldesius mientras se dirigía a su casa. Su riqueza dejó de ser una fuente de felicidad para él. De hecho, parecía como una cadena muy pesada alrededor de su cuello. En un momento de gozo y alegría espiritual, Waldesius decidió de pronto liberarse de las pesadas cadenas de la riqueza. ¡Ahora sería un discípulo de Cristo! ¡Disfrutaría los deleites del tesoro celestial!
Primeramente, Waldesius usó una parte de sus riquezas para patrocinar la traducción de algunas partes del Nuevo Testamento a la lengua vernácula que se hablaba en Lyón. Luego, armado de las escrituras, les dio todos sus bienes restantes a los necesitados.
“Ciudadanos y amigos”, le decía Waldesius a la gente de Lyón mientras les daba sus bienes, “yo no estoy loco, como ustedes pudieran creer. Sólo me estoy librando de las cosas que me oprimían. Ya que ellas me convirtieron en un amante del dinero más que en un amante de Dios. Esto que ahora estoy haciendo lo hago por mí y por ustedes: por mí, para que si alguna vez vuelvo a poseer algo, ustedes me llamen tonto; por ustedes, a fin de que ustedes también sean guiados a depositar su esperanza en Dios y no en las riquezas”.1Waldesius recorrió toda la ciudad de Lyón, predicando a todos el evangelio sencillo del reino. Su honestidad y su ejemplo de fe tocaron muchas vidas. Pronto un grupo pequeño de creyentes con la misma visión se congregó con él. Ellos se llamaron a sí mismos los “Pobres en Espíritu”. Su deseo fue tomar cada aspecto de las enseñanzas de Jesús de forma literal y con seriedad. Ellos decidieron probar el gozo del discipulado verdadero y absoluto. El reino de Dios había llegado a Lyón… ¡y estaba trastornando la ciudad!
Waldesius y sus discípulos no tuvieron ningún deseo o visión de fundar una nueva iglesia. De hecho, ellos no tuvieron ningún deseo de ni siquiera retar o atacar a la Iglesia Católica. Ellos simplemente quisieron vivir un cristianismo auténtico dentro del redil de la Iglesia Católica y compartir su gozo con otros. Ellos no enseñaron ninguna doctrina nueva, sino que sencillamente predicaron el mismo mensaje que Jesús había predicado. Si bien algunas personas ricas y algunos intelectuales se unieron a los “Pobres en Espíritu”, sus miembros provenían mayormente de entre los pobres.
Los Pobres en Espíritu fácilmente habrían podido convertirse en una sociedad espiritual dentro de la Iglesia Católica si no hubiera sido por un par de sus convicciones. En primer lugar, ellos no solicitaron el permiso de la Iglesia para hacer lo que estaban haciendo. En segundo lugar, ellos no tenían intención alguna de permanecer en el aislamiento monástico. Su deseo era seguir siendo ciudadanos de Lyón, llevando su mensaje a las iglesias, a las plazas públicas y a los mercados.
Uno de los primeros discípulos de Waldesius escribió: “La decisión que hemos tomado es la siguiente: mantener hasta la muerte la fe en Dios y en los sacramentos de la Iglesia. (…) Hemos decidido predicar con toda libertad, conforme a la gracia que hemos recibido de parte de Dios. Esto no lo dejaremos de hacer bajo ningún concepto”.2 Restarle importancia a las doctrinas de la Iglesia o retar su autoridad no se les ocurrió a los Pobres en Espíritu. De hecho, ellos más bien alentaban a sus oyentes a que asistieran a la iglesia más fielmente. ¿Cómo podría oponerse la Iglesia a lo que ellos estaban haciendo?
Sin embargo, poco después, Waldesius y los Pobres en Espíritu se dieron cuenta de su ingenuidad espiritual. La Iglesia Católica no reparó en el estilo de vida de los Pobres en Espíritu. La Iglesia consideró que ellos simplemente estaban siguiendo el camino de los “perfectos”. Era algo bueno, pero no necesario. Y la Iglesia tampoco reparó en sus doctrinas, porque apenas si las tenían.
Sin embargo, el arzobispo no estaba tranquilo con el hecho de que los Pobres en Espíritu, quienes no tenían preparación en ninguna universidad y no habían sido ordenados por la Iglesia, estuvieran predicando en las calles. Desde la época de Constantino, la Iglesia había tratado de mantener el monopolio de las predicaciones. Como vimos anteriormente, una de las características del híbrido fue su creencia de que sólo las personas autorizadas por la Iglesia institucional podían predicar el evangelio con toda seguridad. De manera que el arzobispo le ordenó a Waldesius que se presentara ante él, y luego les exigió a él y a los Pobres en Espíritu que dejaran de predicar. Reprimiendo severamente a Waldesius, el arzobispo le dijo que la predicación era cuestión únicamente del clero.
Ahora estaban en juego la vida espiritual de miles de personas. Waldesius pudo haber jugado el papel de un buen católico y haber dicho: “Sí, Vuestra Santidad, lo que usted mande”. Él y los Pobres en Espíritu pudieron haber continuado viviendo el estilo de vida del reino bajo la autoridad de la Iglesia, y sin duda ellos hubieran continuado atrayendo a nuevos discípulos. Sin embargo, Waldesius no estuvo de acuerdo en dejar de predicar. En su lugar, para la conmoción total del arzobispo, Waldesius lo miró fijamente a los ojos y sin temor le dijo: “Por el contrario, predicar pertenece a todos lo que eligen vivir verdaderamente como los apóstoles de Jesús”.3
No hace falta decir que Waldesius había provocado la ira del arzobispo y se había colocado a sí mismo en una posición muy peligrosa. Pero él todavía tenía una confianza ingenua en la Iglesia Católica. En aquel tiempo estaba por celebrarse el Tercer Concilio de Letrán en Roma. De modo que Waldesius y algunos de los Pobres en Espíritu viajaron a Roma para presentarle su caso al Papa en persona. El Papa los recibió cordialmente y les expresó su aprobación por su traducción de la escritura. Al Papa incluso le gustó su visión. Sin embargo, les dijo que cualquier decisión sobre las predicaciones debería ser tomada por el obispo de su lugar.
Uno de los delegados en el Concilio, llamado Walter Map, decidió que él averiguaría cuán capacitados estaban estos Pobres en Espíritu como para predicar a los demás. Map, quien era un monje altanero procedente de Inglaterra, llamó a los Pobres en Espíritu para que se presentaran ante él y ante un grupo de otros delegados. Entonces les preguntó:
—Díganme, ¿creen ustedes en Dios el Padre?
—Sí —respondieron los Pobres en Espíritu.
—¿Y en el Hijo?
—Sí.
—¿Y en el Espíritu Santo?
—Sí.
—¿Y en la Madre de Cristo?
—Sí.4
Al escuchar esta última respuesta, los delegados del Concilio soltaron las carcajadas. Waldesius y los otros quedaron desconcertados pues no sabían qué habían dicho mal. Ante un coro de burla, los Pobres en Espíritu fueron despedidos del Concilio. El monje Walter Map reportó: “Esta última respuesta provocó carcajadas de burla y ellos se retiraron, confundidos. Y con razón, porque ellos no tenían a nadie que los guiara. ¡Y aun así estas mismas personas esperan guiar a otros!”5
¿Qué habían hecho ellos incorrectamente? Cientos de años atrás, el Concilio de Éfeso le había dado a María el título de “Madre de Dios”. Por tanto, al decir ellos que creían en la “Madre de Cristo”, demostraban que no estaban preparados teológicamente. Pero las escrituras nunca se refieren a María como la Madre de Dios, y los Pobres en Espíritu eran gente de las escrituras. Lo único que ellos conocían era el evangelio sencillo del reino… y eso era todo lo que ellos necesitaban saber.
Cuando Waldesius y sus hermanos cristianos regresaron a Lyón, continuaron predicando públicamente como lo habían hecho anteriormente. Incluso, se esforzaron por explicarles a las autoridades de la Iglesia local que ellos no eran herejes con algún tipo de doctrina nueva. Waldesius hasta aceptó firmar una declaración de adhesión a la fe católica que le había sido presentada por un representante papal. De hecho, Waldesius sólo plasmó una notación escrita a mano en la declaración de fe papal. Su nota afirmaba que su llamado a una vida de pobreza llegó como un acto de obediencia a Jesucristo, no como un acto de “perfección” en nombre de la Iglesia.6
Sin embargo, las autoridades de la Iglesia una vez más les ordenaron a Waldesius y a los Pobres en Espíritu que comparecieran ante ellos. Y el clero nuevamente les ordenó firmemente que no predicaran más. En respuesta a esto, Waldesius citó de memoria las palabras de Pedro a las autoridades: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”.7
Los miembros del clero se pusieron furiosos e hicieron que las autoridades civiles desterraran permanentemente de Lyón a Waldesius y a los Pobres en Espíritu. Sin embargo, esto no desalentó el celo de estos predicadores del reino en lo más mínimo. Al igual que los apóstoles, ellos se regocijaron de ser perseguidos en el nombre de Cristo. Por tanto, ahora viajaban por todo el sur de Francia, predicando el evangelio del reino en las calles y en los mercados. También escribían folletos y organizaban debates públicos. Y todavía hablaban en bien de la Iglesia Católica.
La polinización cruzada
Poco después, los valdenses (como los llamaba ahora la Iglesia) se reunieron con algunos de los discípulos de los dos predicadores del reino que anteriormente habíamos mencionado: Pierre de Bruys y Henri de Lausana. Waldesius pudo ver claramente que estos otros cristianos no eran herejes. Sin embargo, estos otros cristianos expresaban fuertes críticas de la Iglesia romana. Ellos atacaban a Roma por su mundanería, sus riquezas y su adquisición del poder mundano. También señalaban que la veneración de imágenes y las oraciones por los muertos no eran bíblicas.
Todo esto era nuevo para Waldesius y sus discípulos. Sin embargo, como estudiantes sinceros de la Biblia que eran, ellos escudriñaron las escrituras. Y pronto se dieron cuenta de que estas críticas eran acertadas. Por tanto, ahora ellos también comenzaron a denunciar los errores y pecados de la Iglesia.8
La Iglesia Católica no demoró en reaccionar. En el año 1184, el Concilio de Verona condenó a los valdenses como cismáticos peligrosos (aunque no como herejes). Al parecer, el mismo Walter Map que los había engañado con sus preguntas caprichosas metió su mano en esto. Él escribió:
Estas personas no tienen moradas fijas, sino que viajan de dos en dos, descalzos y vestidos con túnicas de lana. Ellos no son dueños de nada, sino que comparten todo en común, siguiendo la costumbre de los apóstoles. Desnudos, ellos siguen a un Cristo desnudo. Sus inicios son extremadamente humildes, pues todavía no tienen muchos seguidores. Sin embargo, si los dejamos a sus maquinaciones, terminarán echándonos a todos.9
Una vez más, la gente temía que los mansos y humildes trastornaran el mundo. Finalmente, en el año 1190, la Iglesia condenó a los valdenses como herejes, exponiéndolos a la represión despiadada y la muerte.
Sin desanimarse, Waldesius y sus discípulos continuaron viajando a través del sur de Francia. Posteriormente, cruzaron los Alpes rumbo a Lombardía en el norte de Italia. Allí encontraron a los seguidores de Arnaldo de Brescia, otro predicador del reino del cual ya hemos hablado. Los puntos de vista de estos cristianos italianos (conocidos como los Pobres de Lombardía) ayudaron a los valdenses a darse cuenta de que la iglesia no debe involucrarse con el estado. A su vez, el espíritu y el celo de los valdenses resultaron ser un estímulo refrescante para los Pobres de Lombardía. De modo que estos consintieron en unirse a los valdenses.
Los valdenses trajeron a este movimiento compuesto un fuerte celo evangelista. Los Pobres de Lombardía, a su vez, trajeron al movimiento la estabilidad de la comunidad. Unidos, ¡ellos llegaron a ser una fuerza muy revolucionaria la cual había de ser tomada en cuenta! Pero éste fue un ejército sin ningún tipo de armas, excepto la palabra de Dios. Unidos, ¡ellos estaban listos para trastornar el mundo!
La perspectiva de los valdenses en la historia
Poco después que estos dos movimientos unieran sus fuerzas, Waldesius murió. Sin embargo, el movimiento continuó, debido a que estas personas no eran seguidores de Waldesius; eran seguidores de Jesús. Después de la muerte de Waldesius, los valdenses meditaron más acerca de quiénes eran y cuál era el propósito de su movimiento. Ellos pudieron ver que la Iglesia Católica había tomado un rumbo errado; pero, ¿cuándo? Al estudiar la historia de la iglesia, los valdenses concluyeron de manera acertada que la encrucijada había tenido lugar en los días de Constantino.
Los valdenses se dieron cuenta de que la historia de la iglesia podía dividirse en dos períodos: el período del testimonio fiel (la iglesia pre-constantiniana) y el período de la traición (el período que comenzó con Constantino). Pero, ¿significaba esto que todos los súbditos fieles del reino habían desaparecido con Constantino? Los valdenses opinaban que no. Ellos creían que el veneno del híbrido constantiniano no necesariamente había llegado a todo miembro del cuerpo de Cristo. Un remanente fiel de la iglesia siempre había perseverado a través del tiempo, hasta llegar a sus días. La luz del reino se había oscurecido, pero nunca se había extinguido.10
Los valdenses llegaron a una clara comprensión de la naturaleza de los dos reinos. Ellos podían darle su lealtad suprema a los reinos de este mundo, o podían dársela al reino de Dios. Pero lo cierto era que ellos no podían dársela a ambos reinos. Por tanto, decidieron dársela al reino de Dios.
Las creencias de los valdenses
Los valdenses no promovieron ningún tipo de creencias teológicas complicadas. Su sistema de creencia fue esencialmente el evangelio del reino. Al conocer a fondo las enseñanzas de Jesús, ellos enseñaban que nosotros los seres humanos somos capaces de hacer elecciones, y somos responsables por las elecciones que hacemos. Cada uno debe tomar la decisión de vivir según las enseñanzas de Cristo, y luego ser fiel a esa decisión. “Nadie puede ser un verdadero cristiano”, decían, “si de veras no ha rendido su vida al señorío de Cristo”.11 Ellos se dieron cuenta de forma acertada que las enseñanzas de Jesús eran revolucionarias y que estaban para ser vividas literalmente. De modo que enseñaron en contra de la acumulación de riquezas. También enseñaron en contra del uso de la espada, ya fuera en defensa propia o en la guerra.
En obediencia a las palabras de Jesús, los valdenses se negaron a prestar juramentos, a pesar de que los juramentos eran un pilar importante de la sociedad medieval. Además, ellos se apegaron a los altos parámetros de honradez establecidos por Jesús. Llegaron a ser muy conocidos por su honradez. Tanto así que un pobre hombre católico, quien erróneamente había sido acusado de ser valdense, les dijo a sus inquisidores: “No soy quien ustedes creen que soy. Yo miento. ¡Soy un buen católico!”12
Un folleto valdense decía lo siguiente acerca del verdadero cristianismo:
Muchos son los falsos cristianos, cegados por el error, que persiguen y aborrecen a los que son buenos, y dejan vivir tranquilamente a los que son falsos engañadores. Pero por esto podemos saber que ellos no son buenos pastores ya que ellos no aman a las ovejas, sino sólo la lana. Las escrituras dicen, y sabemos que es verdad, que si alguien es bueno y ama a Jesucristo, esa persona no maldecirá, ni jurará, ni mentirá, ni tampoco cometerá adulterio, ni matará, ni robará ni se vengará del enemigo. (…)
Me atrevo a decir, y es muy cierto, que ninguno de los papas desde Silvestre en adelante, ni los cardenales, ni los obispos, ni los abades y así por el estilo, tienen el poder para absolver o perdonarle a ninguna criatura ni siquiera un solo pecado mortal. Dios es el único que perdona, y ningún otro. Esto es lo que los pastores deben hacer: predicarle a las personas y orar con ellas, y alimentarlas con la enseñanza que viene de lo alto.13
Los valdenses fueron estudiantes apasionados de la Biblia, y con el tiempo eliminaron prácticamente todos los aspectos de la fe católica que no se encontraban en el Nuevo Testamento. Aunque ellos habían comenzado como buenos católicos, al final enseñaron en contra de las prácticas y doctrinas no bíblicas tales como el purgatorio, las misas por los muertos, las intercesiones de María y los santos, la veneración y adoración de imágenes y cruces, y el supuesto poder sacerdotal de los curas. 14
¡Predicad la palabra de Dios!
Aunque los evangelistas valdenses eran perseguidos por las autoridades papales y sabían que les esperaba la tortura y la muerte si los atrapaban, siempre llevaron su sencillo mensaje del reino a todas partes de Europa. Jesús les había prohibido a sus seguidores que llamaran a cualquiera por el título de Padre. Por tanto, los valdenses simplemente llamaban a sus predicadores ambulantes por el nombre de barba, que significaba “tío”. Sus barbas solían viajar por toda Europa de dos en dos. Por lo general, un joven se juntaba con un barba mayor para aprender de primera mano el discipulado mientras viajaban juntos. A menudo los barbas valdenses se hacían pasar por comerciantes ambulantes para escapar de las autoridades de la Iglesia.
La cruzada contra los valdenses
Durante casi cuatro siglos, los valdenses habían vivido como animales cazados, sin saber nunca cuándo los ejércitos de la Iglesia caerían sobre ellos. Varias comunidades valdenses fueron arrasadas por la espada. Uno de sus últimos baluartes estuvo ubicado en el Valle del Piedmont, junto a los Alpes a lo largo de la frontera entre Francia e Italia. En 1488 y 1489 (sólo treinta años antes de la Reforma) los cruzados del Papa cayeron sobre los asentamientos valdenses en los Alpes con una crueldad indecible.
Los “santos” cruzados católicos masacraron a todo valdense que encontraron a su paso. Destriparon a los padres y luego lanzaron las cabezas de sus hijos contra las rocas. Ellos hicieron desfilar a los padres hacia su muerte con las cabezas de sus hijos colgadas de sus cuellos.15
El historiador de la iglesia J. A. Wylie escribió:
Estas crueldades forman una escena que es única y sin precedente en la historia de los países civilizados. Ha habido tragedias en las cuales se ha derramado más sangre, y en las cuales más vidas han sido sacrificadas, pero no ha habido ninguna en la que los actores estuvieran tan completamente deshumanizados y las formas de sufrimiento fueran tan monstruosamente repugnantes y tan absolutamente crueles. En este aspecto las “Masacres de Piedmont” no tienen paralelo.16
A principios de los años 1500, la mayoría de los creyentes valdenses habían sido masacrados. Sin embargo, el movimiento sobrevivió a estas horribles persecuciones, aunque sólo en unas pocas localidades. Aun así, los valdenses no iban a renunciar. Las comunidades sobrevivientes inmediatamente comenzaron a imprimir folletos, haciendo uso de la nueva y fenomenal invención: la imprenta.


Notas finales:
  1  Giorgio Tourn, et al., You Are My Witnesses (Torino, Italy: Claudiana Editrice, 1989) 14.
  2  Tourn 15.
  3  Tourn 16.
  4  Tourn 20.
  5  Tourn 17
  6  Tourn 18.
  7  Tourn 19.
  8  Tourn 19.
  9  Tourn 20.
10  Tourn 36.
11  Tourn 37.
12  Erbstösser 202.
13  Tourn 54.
14  Tourn, 51.
15  Judith Collins, “Heritage of the Waldensians: A Sketch,” en http://www.wrs.edu/journals/jour896/waldensians.html.
16  J. A. Wylie, The History of Protestantism, 1878, Tomo II, página 485, citado en Collins.

DOS ELEMENTOS BÁSICOS DE LAS INSTITUCIONES DE CALVINO

La Soberanía y la Predestinación

Un fundamento básico del sistema religioso de Calvino era un punto de vista extremista de la soberanía de Dios que negaba la voluntad humana y que consideraba que la Iglesia era el reino de Dios en la tierra – ambos enfoques inspirados por los escritos de Agustín. Verduin escribe de Agustín: “Aquí tenemos una representación temprana de la noción que la Iglesia de Cristo fue destinada por su Fundador a entrar en una situación radicalmente diferente de la descrita en el Nuevo Testamento… Esta idea expuesta por Agustín…condujo a toda clase de absurdos teológicos”.
 
Agustín enseñó que la presciencia era lo mismo que la predestinación: “Por consiguiente, algunas veces la misma predestinación se expresa también bajo el nombre de presciencia”. Así pues, la presciencia de Dios causa los eventos futuros. De forma interesante, R.C. Sproul escribe que “virtualmente nada en el punto de vista de Calvino acerca de la predestinación…no estuvo primero en Martín Lutero y antes de Lutero en Agustín”. Calvino vio a Dios como el autor de todo evento, incluyendo a todos los pecados:
 
Si Dios solamente hubiera previsto lo que había de acontecer a los hombres, y no lo ordenase según su gusto, entonces con toda razón se plantearía la cuestión de saber qué necesidad pondría en los hombres la divina presciencia; pero dado que…El ha determinado que así sean…es evidente, que todo se hace por ordenación y disposición divina.
 
R.C. Sproul declara claramente, “Dios quiere todas las cosas que suceden…Dios creó el pecado”. De este enfoque extremo de la soberanía de Dios provino la comprensión de Calvino acerca de la predestinación. Según él (siguiendo la enseñanza de Agustín), en la eternidad pasada Dios decidió salvar sólo a una fracción de la raza humana y consignó al resto al tormento eterno – sencillamente porque a Él le plació hacerlo:
 
La Escritura lo demuestra con toda evidencia…que Dios ha designado de una vez para siempre en su eterno e inmutable consejo, a aquellos que quiere que se salven, y también a aquellos que quiere que se condenen.
 
Así que aquellos ante los cuales Dios pasa al elegir, los reprueba; y esto por la sola razón de que Él los quiere excluir de la herencia que ha predestinado para sus hijos.
 
Pero si todos los que el Señor predestina a la muerte están naturalmente sujetos a la sentencia de muerte, ¿de qué iniquidad e injusticia, pregunto yo, podrán quejarse…porque antes de ser engendrados han sido predestinados por su providencia eterna a perpetua miseria…qué podrán murmurar contra Dios?
 
El gran Dios…en cuya mano y voluntad está castigar a los transgresores, aunque El no les haya dado su Espíritu…de lo cual no se puede aducir otra causa que la reprobación, que permanece escondida en el secreto consejo de Dios.
 
Como quiera, pues, que la ordenación de todas las cosas está en las manos de Dios… ordena con su consejo que algunos desde el seno materno sean destinados a una muerte eterna ciertísima, y que con su perdición glorifiquen su nombre.
 
Dios, según el decreto de su benevolencia elige como hijos a aquellos a quienes le place; y esto sin mérito alguno de ellos, reprobando y rechazando a los demás…Es razonable que se muestre como justo juez castigando.
 
Por eso vienen muy a propósito las siguientes sentencias de san Agustín…que otros sean vasos de afrenta, no se debe imputar a iniquidad, pues no la hay en Dios, sino a su juicio.
 
En sus Institutos, Calvino enfatiza la soberanía pero apenas menciona el amor de Dios por los pecadores. Lutero, también, estaba convencido que Dios, por Su propia elección soberana e independiente de cualquier cosa en el hombre, había desde la eternidad pasada determinado a quién salvaría y a quién condenaría. Calvino (como Agustín y la mayoría de calvinistas de hoy) dijo que Dios podía prever el futuro sólo porque Él lo había deseado. Aquí tenemos la espantosa doctrina de la reprobación de la propia pluma de Calvino, haciéndose eco una vez más de su mentor, Agustín:
 
Decimos, pues, — como la Escritura lo demuestra con toda evidencia — que Dios ha designado de una vez para siempre en su eterno e inmutable consejo, a aquellos que quiere que se salven, y también a aquellos que quiere que se condenen. Decimos que este consejo, por lo que toca a los elegidos, se funda en la gratuita misericordia divina sin respecto alguno a la dignidad del hombre; al contrario, que la entrada de la vida está cerrada para todos aquellos que Él quiso entregar a la condenación; y que esto se hace por su secreto e incomprensible juicio, el cual, sin embargo, es justo e irreprochable… Al excluir a los réprobos…muestra con estas señales cuál será su fin y qué juicio les está preparado.

TOMADO DEL LIBRO ¿Qué Amor es Éste?, escrito por Dave Hunt.

¿CALVINISMO O MANIQUEÍSMO?

(La Elección Incondicional y la Depravación Total son enseñanzas gnósticas)

La Elección Incondicional (Predestinación) es la letra U (Unconditional Election) en el acrónimo TULIP, que forma las bases del Calvinismo.
La doctrina de la Predestinación afirma que algunas personas ya nacen seleccionadas para la salvación o la condenación, la cual no pueden evitar ni siquiera por las buenas obras en esta vida. Para San Agustín y Juan Calvino es un misterio divino que Dios en Su perfecta justicia hace la aparentemente gratuita selección de los elegidos, con un pensamiento paralelo que Él ha hecho una selección similar de los condenados “…aquellos a quienes en Su justicia Él ha predestinado al castigo” y “aquellos a quienes en Su misericordia Él ha predestinado a la gracia” – Agustín, Enchiridion c, p. 269
No podemos señalar sólo a Juan Calvino por esta enseñanza herética debido a que él la obtuvo de los escritos de Agustín. Pero, ¿de dónde la obtuvo Agustín?
Antes de que Agustín llegara a ser cristiano, en el 387 AD., se adhirió al Maniqueísmo, una religión gnóstica iraní proclamada por su “profeta” Mani (216-276 AD), originándose en la Persia Sasánida (Babilonia). Poco después de que el emperador romano Teodosio I emitiera un decreto de muerte para los maniqueos en el 382 AD y que declarara al Cristianismo como la única religión legítima para el Imperio Romano en el 391, Agustín supuestamente se convirtió en un ferviente opositor del Maniqueísmo. Sin embargo, el Maniqueísmo todavía influyó en su pensamiento, como puede verse con la idea de “Los Elegidos”.
Mani dividió a su iglesia en dos grupos: Los Elegidos, y los Oyentes y luego los Pecadores.
Los Elegidos (los perfectos): los que habían tomado por sí mismos los votos del Maniqueísmo.
Los Oyentes (los auditores): los que no habían tomado los votos, pero que participaban en la iglesia
Los Pecadores: todos los demás.
Agustín era un Oyente y nunca tomó los votos del Maniqueísmo porque no podía cumplir con normas tan estrictas (Confesiones de Agustín ). La vida de los que tomaban los votos era muy dura. Se les prohibía tener propiedades, comer carne o beber vino, satisfacer cualquier deseo sexual, participar en cualquier ocupación servil, comerciar o negociar, poseer casa u hogar, practicar la magia o practicar cualquier otra religión. Por tanto, la vasta mayoría de los adherentes eran Oyentes y el número de los Elegidos era muy pequeño. Cuando los Elegidos mueren, sus cuerpos son purificados por el sol, la luna y las estrellas – sus partículas de luz puestas en libertad forman pequeñas deidades en el cosmos que rodea al Primer hombre. Los Oyentes tienen que pasar por un largo purgatorio antes de que llegar a la felicidad eterna. Los Pecadores son lanzados al infierno, en alma y cuerpo, donde vagarán por toda la eternidad en tormento y angustia, rodeados por demonios y condenados por los ángeles.
Con respecto a la Predestinación, Agustín dijo:
“…deberán en cambio entender que la Escritura “El cual [Dios] quiere que todos los hombres sean salvos” [1 Tim. 2:4] significa que ningún hombre es salvado a menos que Dios desee su salvación: no que no exista ningún hombre cuya salvación El no desee, sino que ningún hombre es salvo aparte de Su voluntad… fue de una oración a Dios que el apóstol estaba hablando cuando usó esta expresión…Podemos entender por “todos los hombres”, a toda clase de hombre. Y podemos interpretarlo en cualquier otra forma que deseemos, mientras no seamos obligados a creer que el Dios omnipotente ha querido que algo fuera hecho y no se hizo”. – Agustín, Enchiridion, p. 103
“…los recursos de la salvación están localizados en Dios, fuera de la humanidad. Es Dios quien inicia la salvación, no los hombres o las mujeres”. McGrath, Alister E. Christian Theology: An Introduction. Blackwell Publishing, 2007. pg. 19
“Dios no nos escoge debido a que nosotros creemos, sino para que podamos creer”. – Agustín, La Predestinación de los Santos, 17.34
Ahora se puede ver lo fácil que fue para Agustín malinterpretar la Escritura con respecto a la predestinación. Él no pudo alcanzar la Elección en el Maniqueísmo pero, al torcer la Escritura, pudo ser uno de los Elegidos en el Cristianismo.
Mani también creía en la Depravación Total (también llamada la Incapacidad Total), la cual forma la letra T en el TULIP (Total Depravity). De ella dijo:
“…la naturaleza del hombre puede estar tan corrompida hasta el punto de que su voluntad es impotente para obedecer los mandamientos de Dios”. – Henry Chadwick, “The Early Church”, Penguin Books Ltd (August 1994), pg. 228.
La definición del Calvinismo de la Depravación Total afirma que, “como una consecuencia de la caída del hombre en pecado, toda persona que nace en el mundo está esclavizada al servicio del pecado. Las personas no están por naturaleza inclinadas a amar a Dios con todo su corazón, con toda su mente o fuerza, sino que todas están inclinadas a servir a sus propios intereses sobre los de su vecino y a rechazar el gobierno de Dios. Así pues, todas las personas por sus propias capacidades son moralmente incapaces de escoger seguir a Dios y ser salvos porque no están dispuestos a hacerlo a partir de la necesidad de su propia naturaleza. (El término “total” en este contexto se refiere al pecado que afecta todas las partes de una persona, no que toda persona sea tan mala como sea posible) [Énfasis añadido] - David Steele and Curtis Thomas, “The Five Points of Calvinism Defined, Defended, Documented”, pg. 25.
Agustín dijo que:
Adán y Eva en castigo por su pecado “se convirtieron en una consecuencia natural en todos sus descendientes”. Además, no es sólo una naturaleza física corrupta la que hemos heredado de Adán, sino que nuestra “…naturaleza humana cambió tanto y se volvió tan viciada que sufre de la obstinación de una concupiscencia rebelde…” – La Ciudad de Dios, xiii, p. 3
Ahora también se puede ver por qué Agustín creía en una doctrina tan errónea. Con el fin de que la Elección funcione, el hombre tendría que ser completamente depravado o incapaz de iniciar cualquier contacto con Dios, a menos que Dios elija a la persona primero.
Tanto la Depravación Total como la Elección Incondicional son dos enseñanzas gnósticas y aunque Agustín se opuso al Maniqueísmo, no se divorció de sus doctrinas.
“Los gnósticos [pusieron]…el orden natural a una distancia tan grande en valor moral del supremo Dios. La influencia de ideas fatalistas extraídas de la astrología popular y la magia se fusionaron con las nociones derivadas del lenguaje paulino acerca de la predestinación para producir un rígido esquema determinista. La redención era del destino, no de las consecuencias de la acción responsable y se le concedió sólo a unos elegidos predeterminados en los que estaba la chispa divina”. [Énfasis añadido] – Henry Chadwick, “The Early Church”, Penguin Books Ltd (August 1994), pg. 38
La Elección era un NUEVO concepto y no había sido oído antes en el Cristianismo hasta que Agustín introdujo la idea. Él tuvo muchos oponentes que lo reprendieron a él y a sus falsas doctrinas.
Julián, obispo de Eclanum dijo que Agustín estaba causando problemas porque,
“introdujo sus formas de pensamiento maniqueístas a la Iglesias…y estaba negando la clara enseñanza de San Pablo de que Dios quiere que todos los hombres sean salvos” – Henry Chadwick, “The Early Church”, Penguin Books Ltd (1994), pg. 232-3
Vincent de Lérins dijo de la Predestinación:
“…una innovación muy perturbadora, muy fuera de línea con la ‘ortodoxia’” – Henry Chadwick, “The Early Church”, Penguin Books Ltd (1994), pg. 223
Esta idea fue luego transmitida a Juan Calvino y hoy en día la Predestinación y la Depravación Total forman parte de la base doctrinal del Calvinismo.
La correcta interpretación bíblica es ésta:
Elección Condicional: Dios ha escogido que toda la humanidad sea justificada por Su gracia, pero nos ha llamado a responder a esa gracia mediante el ejercicio de nuestra libertad humana restaurada por Dios como una condición para cumplir con la elección.
La Depravación: Los seres humanos son pecadores y sin Dios, incapaces (privados) por su propia cuenta de ser justos; sin embargo, no son irremediablemente pecaminosos y pueden ser transformados por la gracia de Dios, la cual restaura a la humanidad la libertad de la voluntad.
Jesucristo murió por TODA la humanidad, no sólo por los Elegidos gnósticos.
El Calvinismo NO ES el Evangelio, como a los calvinistas les gustaría hacerle creer. El Calvinismo es una doctrina horriblemente torcida que suena bíblicamente correcta en su mayor parte, hasta que llega a la parte más importante: la Salvación. Aquí se le presentan la Predestinación y la Depravación Total, enseñanzas salidas del abismo del infierno. Si una persona está atrapada en un falso sentido de la salvación, entonces Satanás ha hecho muy bien su trabajo


Mani, fundador de la secta gnóstica maniqueísta


fuente: En defenza de la fe



PD: ¿No es la doctrina de los gnósticos, desde el principio y en todo lugar, un ataque contra la carne? Su doctrina va contra el origen de la carne, su naturaleza, sus debilidades y contra el fin inalterable que le espera. Según ellos, la carne es impura desde su primera formación de las partes más bajas de la tierra… es indigna, débil; está cubierta de culpa, cargada de miseria y llena de molestias. Tertuliano (210 d.C.)
Ciertos hombres que sostienen ideas contrarias, malinterpretan estos pasajes. Ellos destruyen el libre albedrío al introducir la idea de una naturaleza pecaminosa incapaz de salvación, y sostienen que otros pueden ser salvos de tal forma que no pueden perder la salvación. Orígenes (225 d.C.)
Y así dice la Escritura: No se tienden injustamente las redes a los inconstantes. Lo cual quiere decir que con razón se perderá el hombre que, teniendo conocimiento del camino de la justicia, se precipita a si mismo por el camino de las tinieblas. Bernabé (70-130 d.C.)
Escribo a todas las iglesias, y hago saber a todos que de mi propio libre albedrío muero por Dios, a menos que ustedes me lo estorben. Ignacio (105 d.C.)
El hombre fue creado racional, y por ello semejante a Dios, libre en sus decisiones y con un fin en sí mismo; y si alguna vez se convierte en paja y otra en trigo, es por su propia responsabilidad. Ireneo (180 d.C.)
Si, en efecto, unos seres humanos fueran malos por naturaleza y otros por naturaleza buenos, ni éstos serían dignos de alabanza por ser buenos, ni aquéllos condenables, porque así habrían sido hechos. Pero, como todos son de la misma naturaleza, capaces de conservar y hacer el bien, y también capaces para perderlo y no obrarlo. Ireneo (180 d.C.)
Por su generosidad Dios dio a conocer al ser humano el bien de la obediencia y el mal de la desobediencia.... Por eso su conocimiento de ambas cosas va en los dos sentidos, a fin de que pueda elegir lo mejor con discernimiento… Aquellos, pues, que se han apartado de la luz del Padre transgrediendo la ley de la libertad, se han alejado por su culpa, pues se les concedió la libertad y el libre albedrío. Ireneo (180 d.C.)


EL TESTIMONIO DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS QUIENES FUERON GRANDES APOLOGISTAS EN CONTRA DE LAS HEREJÍAS GNÓSTICAS, NOS MUESTRA CLARAMENTE QUE LAS DOCTRINAS Y CREENCIAS DE ESTOS HEREJES ES MUY SIMILAR A LAS DE LOS CALVINISTAS

Hoy día los seguidores del neo-gnosticismo (calvinistas) valoran a estos personajes solo cuando no contradicen sus doctrinas neo-gnósticas (calvinismo agustiniano), pero cuando las refutan, los neo-gnósticos los desestiman e incluso los llaman herejes y faltos de doctrina.



¿Apoyo bíblico para la Depravación Total?


¿Apoyo bíblico para la Depravación Total?
de Donald Dolmus


ara mostrar que la Biblia ciertamente enseña que la depravación total es igual a la incapacidad, el calvinista cita escrituras tales como “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”(Génesis 6:5; 8:21). Otros versículos que se ofrecen como supuesta prueba de esta doctrina incluyen a Jeremías 17:9, “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso”, y Romanos 3:10-18,“No hay justo…No hay quien busque a Dios…No hay quien haga lo bueno…No hay temor de Dios delante de sus ojos”, y así sucesivamente.
 
Obviamente, sin embargo, el hecho de que los pensamientos del hombre son de continuo solamente el mal, que su corazón es perverso y engañoso, y que ni busca ni teme a Dios, no dice que sea por tantoincapaz, a menos que primero sea regenerado por Dios, de creer el Evangelio aun si es convencido de lo mismo por el Espíritu Santo. Pablo enseña otra cosa:
 
“Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados” (Romanos 6:17). Claramente, esclavos del pecado respondieron al mandato de arrepentirse y creer en Cristo y como resultado, fueron regenerados – nacidos del Espíritu de Dios en la familia de Dios y de esta forma hechos salvos.
 
Ni tampoco la declaración de que “no hay quien busque a Dios” niega que cualquier hombre, sin importar cuán depravado, pueda responder con una opción inteligente sin primero ser regenerado si Dios lo busca y lo atrae. Ni tampoco enseña la Biblia que Dios sólo busca y atrae a un “elegido” pero no a otros. En efecto, muchos pasajes afirman que bajo la atracción del Espíritu Santo el hombre pecador puede hacer una respuesta moral: “Atráeme; en pos de ti correremos” (Cantares 1:4); “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13); “Dios es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). A todo aquel que tiene sed, sin importar cuán malo sea, se le ordena que se vuelva a Dios, sin dar nunca un indicio que esto es imposible hasta que Dios primero los regenere (Isaías 55:1-7).
 
Además, la oferta de salvación está extendida a “todos los términos de la tierra” (Isaías 45:22). Que esta oferta no es sólo para un selecto elegido está claro. La frase “a todos los sedientos” nos recuerda una de las exclamaciones de Cristo, “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Juan 7:37). A todos aquellos que tienen sed se les ofrece la misma “agua viva” que Cristo ofreció a la mujer en el pozo (Juan 4:10). Y es con esta misma promesa a cualquiera que quiera que la Biblia culmina: “y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22:17).
 
La universalidad de la oferta de salvación por parte de Dios es presentada repetidamente a lo largo de la Biblia; por ejemplo, “predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15); y “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16), etc. Ciertamente, “toda criatura”, “el mundo” y “todo aquel”deben incluir a todos, sin importar qué tan depravados sean.
 
Se necesitaría considerable manipulación para sostener que la oferta de salvación es extendida sólo a los elegidos o incluso que sólo los elegidos podrían responder e incluso entonces, no hasta que hayan sido soberanamente regenerados. Pablo confirma este deseo de Dios para todas las naciones cuando declara a los filósofos griegos en la Colina de Marte:
 
“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay…de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;  para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho” (Hechos 17:24-28).
 
¿Es realmente posible que “todo el linaje de los hombres”, y “cada uno de nosotros” y “nosotros” que Pablo menciona se referían a un elegido del cual los griegos nunca habían oído? Al contrario, Pablo claramente está incluyendo a sus oyentes y antagonistas en la Colina de Marte entre aquellos que han recibido su vida física y su existencia de Dios y que pueden buscarle y hallarle. Esto era lo que los poetas griegos a los que él se refiere habían dicho (seguramente estos filósofos no se estaban refiriendo a los elegidos), y Pablo está afirmando esa comprensión general y declarándoles la persona del Dios verdadero, un Dios que “no está lejos de cada uno de nosotros”, que manda a todos los hombres que lo busquen y a Quien todos pueden hallar. No existe ninguna indicación que la depravación y la esclavitud al pecado de alguien hacen que sea imposible creer en Cristo sin antes haber sido soberanamente regenerado.
 
Fuente: “What Love is This?”, escrito por Dave Hunt, pp. 126-128
 
Traducido por Donald Dolmus

A MARÍA LO QUE ES DE MARÍA


Es grande la polémica levantada en torno a María a través de los tiempos. Frente a ella, con mente abierta, te invito a buscar en la palabra de Dios la verdadera identidad de la madre de Jesús.

¿Es María mediadora nuestra? En ninguna manera. La Biblia dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. 1 Timoteo 2:5-6

Hay quienes pretenden llegar al Padre por medio de María; pero el Señor Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6.  Todo aquel que pretenda llegar al Padre por medio de María no ha comprendido la salvación de Dios.

¿Es María redentora nuestra? En la palabra de Dios no se menciona a María como redentora en ninguna ocasión; pero si dice la Biblia: Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Hechos 4:12.  No dice y en ninguna otra hay salvación, lo que si dice: Y en ningún otro hay salvación (aquí habla de Jesús).Debemos preguntarnos: ¿A quién envió Dios para redimir al mundo? ¿A Jesús o a María? ¿Quién de los dos murió en la cruz? María es solo la madre humana de Jesús, y no la madre de Dios. Entonces. ¿Por qué llamarla madre y redentora nuestra?

¿Es maría abogada nuestra? No. La Biblia tampoco atribuye la calidad de abogada a María; por el contrario, la palabra de Dios, refiriéndose a los creyentes, dice:Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1  ¿En que se apoyan para llamar a María abogada nuestra? No hay ni un solo versículo de la Biblia que lo diga.

¿Es María sin pecado original? Suele hablar de la inmaculada concepción de María en el vientre de su madre; sin embargo, la palabra de Dios se expresa así: “No hay justo, ni siquiera uno;… todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:10; 23)

¿Se deben hacer esculturas para María? Dios es tajante en este tema: “No te harás escultura ni imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay debajo de la tierra. No te postrarás ante ella ni les darás culto porque Yo, Yahvéh tu Dios, soy un Dios celoso…” (Deuteronomio 5:8-10).  Otros pasajes de la Biblia corroboran este mandato:

Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres.Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta.Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos. (Salmo 115:3-8).  El Señor Jesús indica lo que debemos hacer “Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo darás culto” (Mateo 4:10).

¿Debemos dar devoción y culto a María? Por medio de un ángel, Dios proclama a María bendita entre las mujeres. Años más tarde, una mujer grita dirigiéndose a Jesús: “Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron”. Pero Jesús, poniendo las cosas en su verdadero lugar, le dijo: “Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan” (Lucas 11:27-28).


María en ningún momento tomó el lugar de salvadora, ella se sujetó al Señor cuando dijo: Hagan lo que él les diga. (Juan 2:5b)

Tampoco María es la madre de Dios, sino madre de Jesús, el Hijo de Dios. La Biblia dice que Dios no tiene principio ni fin. Hebreos 7:3 dice: sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.

La Biblia en Mateo 13:55-56 dice: ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?. Demostrando este pasaje que María no fue siempre virgen, ya que tuvo otros hijos aparte de Jesús, mostrando así la biblia que ella disfruto de una vida marital normal con José su esposo.

MATEO 1:18;25 DICE: EL NACIMIENTO DE JESUCRISTO FUE ASI: SU MADRE MARÍA ESTABA DESPOSADA CON JOSÉ, Y ANTES DE QUE TUVIERAN INTIMIDAD CONYUGAL, SE HALLÓ QUE ELLA HABÍA CONCEBIDO DEL ESPÍRITU SANTO.
25. PERO NO TUVO (JOSÉ) INTIMIDAD CONYUGAL CON ELLA HASTA QUE DIO A LUZ A SU HIJO PRIMOGENITO, Y LE PUSO POR NOMBRE JESÚS.

Considerando lo que dice la Biblia al respecto, queremos advertir que la verdadera identidad de María, modelo de su humanidad y de fe, dista mucho de la creencia de algunas religiones.

Finalmente aclaro que María no ha traspasado los cielos; porque el Único que los traspasó fue el Señor Jesucristo, después de haber resucitado. La Biblia en Hebreos 4:14 dice: Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.

No hay un versículo de la Biblia que afirme que María haya traspasado los cielos, para ir a sentarse con Dios.

Hoy ante tanta devoción y culto a María, debemos decir: Imita la fe y vida de María, pero adora sólo a Dios, Y SOLO CREE EN SU HIJO JESUCRISTO COMO UNICO MEDIADOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES, COMO LO SEÑALA LA SANTA ESCRITURA.

La Fe… dos puntos de vista conflictivos



La definición de fe, de acuerdo con la Biblia
Hay que obedecer a Dios, para ser aceptado por Él
“La fe es la garantía de lo que se espera; la prueba de lo que no se ve.” (Hebreos11:1, Biblia de Jerusalén.)
¿Cuál es la garantía (sustancia) y la prueba (evidencia) de la cual nos habla después, en los versículos subsecuentes al uno??? …
…Ofrecer a Dios un sacrificio excelente.
…Construir un arca.
…Habitar en un país extranjero.
…Sufrir aflicción con el pueblo de Dios.
...Abandonar Egipto.
…Hacer justicia.
…Errar por desiertos y montañas en cuevas y cavernas.
…Etcétera. (Hebreos11:2-40)
La garantía (sustancia) y la prueba (evidencia) son las cosas que estos hombres hicieron.
La fe es una sustancia. Es evidencia. Es una acción. Es en realidad hacer lo que Dios pide de nosotros. Las cosas que estos hombres hicieron fueron fe. La fe es la respuesta del hombre a las justas demandas de Dios en su vida.
La definición de fe de acuerdo con los protestantes y evangélicos
Recientemente escuché a un protestante evangélico predicando: “La fe y las obras son mutuamente exclusivas,” decía él. Un hombre que cree en esta postura una vez me dijo que “La fe es algo que casi no puedes identificar. Una vez que piensas que la tienes definida, entonces… ¡pum! Se desvanece.”
Entonces, la definición de fe, de acuerdo con los evangélicos y protestantes sería así:
“La fe es la esperanza de las cosas; no la garantía de ellas; es las cosas no vistas, no la prueba de ellas.”
Así terminan con exactamente lo opuesto de lo que dice Hebreos 11:1. Es por eso que alguien que sencillamente responde a lo que Dios pide de nosotros por medio de empezar a hacer justicia, es acusado por los evangélicos de poseer una justicia propia que no es más que trapos de inmundicia.
“Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo;…” (1ª Juan 3:7-8.)

fuente:los primeros cristianos

IsaíasCapítulo 52-Capítulo 53 Humillación y gloria del Mesías segun la Septuaginta

IsaíasCapítulo 52-Capítulo 53 Humillación y gloria del Mesías

13 He aquí entenderá mi niño, y ensalzado será y glorificado sobremanera. 14 Del modo que se extasiarán sobre ti muchos, así se desglorificará por hombres su figura, y tu gloria por los hombres. 15 Así se maravillarán muchas gentes de él; y cerrarán reyes la boca de ellos; porque a los que no fue anunciado acerca de él, verán, y los que no han oído, entenderán.1 Señor ¿quién ha creído a nuestra oída?(a) y el brazo del Señor ¿a quién reveládose? 2 Hemos(b) anunciado cual pequeñuelo delante de él(c), cual raíz en tierra sedienta; no tiene figura ni gloria. Y le vimos, y no tenía figura ni belleza; 3 sino que su figura, deshonrosa, y desfallecida ante los hijos de los hombres; hombre en plaga estando y sabiendo llevar enfermedad; pues ha sido apartado(d) su rostro, deshonrado y desestimado. 4 Este nuestros pecados lleva, y de nosotros duélese; y nosotros pensamos que él estaba en trabajo, y en plaga, y en maltratamiento. 5 Pero él fue herido por nuestros pecados, y enfermo está por nuestras iniquidades; enseñanza(e) de paz nuestra sobre él; con el cardenal de él nosotros fuimos sanos. 6 Todos, como ovejas, hemos errado; el hombre en su camino erró; y el Señor le entregó a nuestros pecados. 7 Y él, con estar maltratado, no abre la boca; como oveja a matanza, es llevado; y como cordero ante el que trasquila, mudo, así no abre su boca. 8 En la humillación su juicio fue quitado:— la generación de él ¿quién contará(f)?— porque es quitada de la tierra su vida; por las iniquidades de mi pueblo fue llevado a la muerte. 9 Y daré los malos por la tumba de él, y los ricos por la muerte de él(g); pues iniquidad no hizo, ni dolo en su boca. 10 Y el Señor quiere purificarle de la plaga; si diereis por pecado, vuestra alma verá simiente longeva; y quiere el Señor quitar del trabajo de su alma; 11 mostrarle luz y plasmar con inteligencia, justificar a justo bien sirviendo a muchos; y los pecados de ellos él llevará. 12 Por esto él heredará a muchos, y de los fuertes repartirá despojos; por cuanto fue entregada a muerte su alma, y entre los inicuos fue contado; y él pecados de muchos sobrellevó, y por las iniquidades de ellos entregado fue.

BREVE REFLEXION


Hoy  dia hay algunas personas que afirman esto:

"El Señor vino en el tiempo de la ley". Dando a entender que las enseñanzas de Cristo son de poco valor para nosotros, y que son parte del antiguo testamento y no aplican a la era de la gracia.

Responderé con la Escritura para ver que opina Jesús, quien es Dios hecho carne:


Lucas 16:16: La ley y los profetas eran HASTA JUAN; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.

Estas palabras de Jesús, muestran claramente, que el tiempo de la Gracia se inicio cuando el Señor Jesús comenzó su ministerio. Y El comenzo a enseñar a los hombres a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y como vivir en este siglo sobria, justa y piadosamente delante de Dios. (compare esto con tito 2:11-13 por favor)

Y otros tratan de hacer ver que los apóstoles enseñaron algo diferente o de mas valor que lo que enseño Jesús, pero déjenme decirles amados que esto es una falacia.

Para aquellos que pretenden insinuar que los apostoles enseñaron algo diferente o superior a lo que enseño Jesús, en relacion a la forma de como guiar a las personas a la salvacion, para asi justificar un llamado a el altar y la oracion para aseptar a Cristo, debo decir que los apostoles no enseñaron nada diferente a Jesus, ellos siguieron estrictamente las ordenes de su Maestro, y de esto da testimonio la escritura:

Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Hago énfasis en esta frase:

"enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado"

Señores aquí no hay ningún misterio, esta frase se refiere claramente a las Enseñanzas de Jesús.
Esto hicieron los Apostoles, y esto haremos nosotros en obediencia a las Escrituras y al Señor.

Esto es para el que tenga oídos para oir. Un abrazo y que Dios les bendiga a todos.

Breve reflexión sobre el perdón siguiendo las enseñanzas de El Señor Jesús


Breve reflexión sobre el perdón siguiendo las enseñanzas de El Señor Jesús.El Señor Jesus dijo en el sermon del monte : " Mateo 5:39: Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;""5:40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 5:41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla,vecon él dos. ""5:43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 5:45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 5:46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 5:47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto."

Luego enseña que debemos perdonar como Dios perdona;

"6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores."

La biblia enseña que Dios cuando perdona olvida:" Isaías 1:18: Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: SI VUESTROS PECADOS fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. "" Isaías 43:25: Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados. "

Y luego El sigue hablando del perdón en el sermón del monte de esta manera:"6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. "

Y luego al final del sermón del monte nos exhorta a practicar sus enseñanzas, y vincula el obedecer sus palabras a la salvación:

"Mateo 7:21. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.22. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?23. Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.24. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.25. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.26. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;27. y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.28. Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;29. porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas."

La pregunta que deberíamos hacernos cada día es: ¿realmente estamos siguiendo al Señor Jesús? ¿realmente le amamos y seguimos sus enseñanzas?

El Señor Jesús dijo:

" Juan 14:21: El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es EL QUE ME AMA; y EL QUE ME AMA, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Juan 14:24: EL QUE NO ME AMA, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. Juan 14:23: Respondió Jesús y le dijo: EL QUE ME AMA, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. "Que Dios les bendiga y mediten en estas palabras.

OSWALDO ROLDAN JUNIOR


Breve testimonio historico paleo-cristiano sobre EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO


CANON DEL NUEVO TESTAMENTO
La autenticidad de nuestro Nuevo Testamento tiene su fundamento en la integridad de los primeros cristianos. Los líderes de la iglesia primitiva reunieron, preservaron, y probaron la autenticidad de los escritos que nosotros ahora llamamos el Nuevo Testamento.
Respecto a Marcos, el que escribió el evangelio: Y el anciano dijo esto también: Marcos, habiendo pasado a ser el intérprete de Pedro, escribió exactamente todo lo que recordaba, sin embargo no registrándolo en el orden que había sido hecho por Cristo. Porque él ni oyó al Señor ni le siguió; pero después, como he dicho, (ayudó) a Pedro, el cual adaptó sus instrucciones a las necesidades (de sus oyentes), pero no tenía intención de dar un relato conexo de las palabras del Señor. Papías (120 d.C.)
Mateo, (que predicó) a los hebreos en su propia lengua, también puso por escrito el evangelio, cuando Pedro y Pablo evangelizaban y fundaban la iglesia. Una vez que éstos murieron, Marcos, discípulo e intérprete de Pedro, también nos transmitió por escrito la predicación de Pedro. Igualmente Lucas, seguidor de Pablo, consignó en un libro el evangelio que éste predicaba. Por fin Juan, el discípulo del Señor que se había recostado sobre su pecho, redactó el evangelio cuando residía en Efeso. Ireneo (180 d.C.)
Y si alguien investiga con cuidado en los Hechos de los apóstoles la época a la que Pablo se refiere cuando escribe “subí a Jerusalén” por el problema antedicho, verá que los años corresponden con precisión a los que Pablo ha señalado. Así pues, la predicación de Pablo y el testimonio de Lucas concuerdan y son prácticamente los mismos… Lucas narra por orden todo lo que llevó a cabo con Pablo, indicando con toda diligencia los lugares, ciudades y número de días, hasta que subieron a Jerusalén… Lucas estuvo presente en todo y lo redactó minuciosamente, a fin de que nadie lo juzgue un mentiroso o arrogante, pues todos estos hechos eran conocidos, y él es más antiguo que todos aquellos que andan diciendo que ignoraba la verdad. Ireneo (180 d.C.)
Es esta autoridad de las iglesias apostólicas la que garantiza los demás evangelios que nos han llegado a través de ellas y según la interpretación de ellas, a saber, el de Juan, el de Mateo, y el que publicó Marcos, aunque se dice que es de Pedro, de quien Marcos era intérprete, y el que compuso Lucas, cuyo contenido se atribuye a Pablo. Tertuliano (197 d.C.)
Veamos cuál es la leche que los corintios bebieron del apóstol Pablo, según qué principios fueron reprendidos los gálatas, qué se escribió a los filipenses, a los tesalonicenses, a los efesios, qué es lo que los romanos oyen directamente, a los que tanto Pedro como Pablo les dejaron el evangelio sellado con su propia sangre. Tenemos también las iglesias que se alimentaron de Juan: porque, aunque Marción (un maestro entre los herejes) rechaza su Apocalipsis, si recorremos la sucesión de los obispos hasta su origen terminaremos en Juan, su autor. Tertuliano (197 d.C.)
El apóstol escribe: “Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos del falsamente llamado conocimiento.”… Convictos por este enunciado, los herejes rechazan las epístolas a Timoteo. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Los Hechos de los apóstoles también atestiguan la resurrección. (Tertuliano 210 d.C.)
Pero la carta de Judas y las dos escritas con el nombre de Juan han sido aceptadas en la [iglesia] universal; la Sabiduría también, escrita por los amigos de Salomón en su honor. El Apocalipsis de Juan también recibimos. Fragmentos de muratori (200 d.C.)
Después de la ascensión de Cristo, Lucas el médico, el cual Pablo había llevado consigo como experto jurídico, escribió en su propio nombre concordando con la opinión de [Pablo]. Sin embargo, él mismo nunca vio al Señor en la carne y, por lo tanto, según pudo seguir... empezó a contarlo desde el nacimiento de Juan. Fragmentos de muratori (200 d.C.)
El cuarto evangelio es de Juan, uno de los discípulos. Fragmentos de muratori (200 d.C.)
Los Hechos de todos los apóstoles han sido escritos en un libro. Dirigiéndose al excelentísimo Teófilo, Lucas incluye una por una las cosas que fueron hechas delante de sus propios ojos, lo que él muestra claramente al omitir la pasión de Pedro, y también la salida de Pablo al partir de la ciudad para España. Fragmentos de muratori (200 d.C.)
En cuanto a las cartas de Pablo, ellas mismas muestran a los que deseen entender desde qué lugar y con cuál fin fueron escritas. En primer lugar [escribió] a los Corintios prohibiendo divisiones y herejías; luego a los Gálatas [prohibiendo] la circuncisión; a los Romanos escribió extensamente acerca del orden de las escrituras y también insistiendo que Cristo fuese el tema central de éstas. Nos es necesario dar un informe bien argumentado de todos éstos ya que el bendito apóstol Pablo mismo, siguiendo el orden de su predecesor Juan, pero sin nombrarle, escribe a siete iglesias en el siguiente orden: primero a los Corintios, segundo a los Efesios, en tercer lugar a los Filipenses, en cuarto lugar a los Colosenses, en quinto lugar a los Gálatas, en sexto lugar a los Tesalonicenses, y en séptimo lugar a los Romanos. Sin embargo, aunque [el mensaje] se repita a los Corintios y los Tesalonicenses para su reprobación, se reconoce a una iglesia como difundida a través del mundo entero. Porque también Juan, aunque escribe a siete iglesias en el Apocalipsis, sin embargo escribe a todas. Además, [Pablo escribe] una [carta] a Filemón, una a Tito, dos a Timoteo, en amor y afecto; pero han sido santificadas para el honor de la iglesia. Fragmentos de muratori (200 d.C.)
Marción (un maestro gnóstico) rechaza las dos epístolas a Timoteo y la epístola a Tito: todo lo relacionado con la disciplina de la iglesia. (Tertuliano 207 d.C.)
Si alguien debería citarnos del pequeño tratado titulado La enseñanza de Pedro… tengo que responder en primer lugar que dicha obra no está incluida entre los libros eclesiásticos. Pues podemos demostrar que ella no fue compuesta ni por Pedro ni por ninguna otra persona inspirada por el Espíritu de Dios. Orígenes (225 d.C.)


DESCARGA GRATIS EL DICCIONARIO DE LA IGLESIA PRIMITIVA

¿DE QUIÉN ERES DISCÍPULO?



Antes de responder considera el significado del vocablo discípulo, según el DRAE discípulo es: Persona que aprende una doctrina, ciencia o arte bajo la dirección de un maestro… 

 O sea que ser un discípulo es ser alumno de un maestro, es someterse bajo la dirección de una persona que tiene atribuido el derecho de enseñarte alguna ciencia  
Ser cristianos es ser alumnos del gran maestro que es Cristo, es estar bajo la dirección de Él, y vivir para ejercer su ciencia…
 Ahora pregunto: ¿Quién es tu maestro?
 Analiza tu vida cotidiana. ¿Por qué haces lo que haces? ¿Quién te enseño que debes vivir así? ¿Es bíblica tu forma de vida?
 ¿Quién está ejerciendo la autoridad de maestro en tu vida? ¿En la cátedra de quien te sientas todos los días de la semana? 
 De Lunes a Viernes en las escuelas o universidades hombres y mujeres en su mayoría pecadores, que no siguen a Cristo, SON TUS MAESTROS, o sea que eres alumno de hombres y mujeres, fornicarios, adúlteros, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, homosexuales, gay, pedófilos, violadores, pervertidos… que según ellos mismos saben cómo instruirte para que puedas vivir bien en este mundo.
 Y el día Domingo asistes a un culto religioso a escuchar (si es que escuchas) una predicación de una hora y media como mucho… ¿y te haces llamar cristiano?

¿DE QUIÉN ERES DISCÍPULO?

 Dedicas gran parte del tiempo de tu vida en alimentarte de la ciencia de hombres muertos que de nada ha aprovechado a los que la siguieron ya que todo se pierde en este mundo, ¡¡Y DESECHAS LA CIENCIA DEL AUTOR DE LA VIDA, AQUEL QUE TRIUNFÓ SOBRE LA MUERTE Y QUE VIVE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS CUYO NOMBRE ES JESUCRISTO, EL CUAL ES EL ÚNICO CAMINO A LA VIDA ETERNA!!!…

 Yo imagino que tendrás muchas respuestas para justificar tu forma de vida, pero la cita bíblica de abajo es mi respuesta…


 Gálatas 6:7-8: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

LA HISTORIA Y EL FRUTO DEL MENSAJE MODERNO DE SALVACIÓN


He aquí un pequeño informe acerca de algunas de las conclusiones a las que ha llegado nuestra comunidad en la búsqueda de la verdad. Aquí he tratado de reunir algo de la valiosa información que algunos de nosotros hemos desenterrado en la correspondencia que hemos tenido entre nosotros, y también con otros que han hecho preguntas concernientes a qué es lo que creemos.
Primero que todo, pienso que cada uno entre nosotros está de acuerdo en que la salvación es imposible sin la fe. Nuestra preocupación, sin embargo, es que en la mayoría de los círculos corrientes el entendimiento de la fe ha sido grandemente influenciado por el punto de vista evangélico o protestante. Tarde o temprano no podemos esperar que los frutos sean muy diferentes.
El hermano David Keeling comenzó a ver los malos frutos que produce el ampliamente aceptado punto de vista popular de la salvación en el cristianismo evangélico. Este punto de vista, el cual es llamado a veces “El Camino Romano”, consiste en mostrarles a los incrédulos una serie de textos en la Epístola a los Romanos con el propósito de que ellos admitan que están en pecado, para luego arreglarlo todo por medio de la “Oración del Pecador”. El resultado de esto es una experiencia inicial donde la persona cree que ha sido “Salva” o ha “Nacido de Nuevo”. Este mensaje de “oración de fe” inicial puede encontrarse en cualquier lugar, desde un tratado o literatura evangelística popular, hasta en la contraportada de la Biblia de los Gedeones. Puede que haya algunas variaciones en la forma como es presentado este mensaje, pero los principios básicos son aceptados por casi cada grupo, desde los sencillos grupos anabaptistas conservadores hasta los más liberales protestantes evangélicos.
Este informe es para aquellos que, como yo, hemos sido confundidos con este mensaje; es para aquellos quienes han visto los malos frutos que resultan de esta enseñanza; para aquellos quienes han experimentado duda y confusión, o han luchado con sus conciencias y están buscando respuestas.
Una luz en todo esto ha sido para mí el hermano David Keeling, un hombre de granja que tiene un poco usual sentido común en cuanto a la insensatez del mensaje moderno de salvación. Él hace esta pequeña analogía: cuando plantas un campo de maíz y la semilla no germina, o germina y no se parece en nada al maíz, ¿qué haces? ¿Buscarías más de la misma semilla y sólo plantarías más de la misma? ¿Le pondrías más fertilizante? No. Tú revisarías para ver si las semillas están mal. Sin embargo eso es lo que la mayoría de las personas están haciendo. Ellos saben que no están consiguiendo los resultados que deberían obtener del mensaje que están predicando, entonces predican más del mismo mensaje muchas veces, imprimen más tratados y literatura con el mismo mensaje, le añaden algo de música (quizás una banda de rock), suben un poquito más el volumen. Pero, espera un momento, ¿ninguno ha tenido el juicio suficiente para detenerse y revisar la semilla y averiguar si es mala semilla y quizá investigar de dónde vino?
Eso es lo que intentamos hacer en este informe. Trataremos de echarle una mirada al origen del mensaje moderno de salvación, dónde se ha infiltrado, mirar sus frutos y ver a dónde está llevando. A través de este ensayo mencionaremos a los anabaptistas. Si tú ignoras qué es el anabaptismo, te informo que fue un movimiento cristiano del Reino que salió de la reforma del siglo XVII. Este ensayo se refiere a los anabaptistas primitivos, así como a los modernos, pues conocer algo de la historia de los anabaptistas es definitivamente útil para entender qué es lo que estamos tratando de comunicar.



1. Qué enseñó Martín Lutero acerca de la salvación
Primero démosle una mirada al comienzo del protestantismo evangélico. Aquí tenemos el testimonio del mismo padre del protestantismo, Martín Lutero, y cuál fue su experiencia y mensaje de salvación. Lutero escribió:
“Sin importar cuán irreprochablemente vivía como monje, me sentía ser un pecador en la presencia de Dios. Mi conciencia me molestaba demasiado. No podía creer que agradaba a Dios con las cosas que hacía para ganarme su favor. No amaba a Dios ni a su justicia. De hecho, lo odiaba – si no con una blasfemia abierta, por lo menos con gigantescas murmuraciones en mi corazón. Estaba indignado con Él, pensando que encima de condenarnos a nosotros, los miserables pecadores, a la destrucción eterna a través del pecado original y oprimirnos con toda clase de calamidades a través de la ley y de los diez mandamientos, Él había añadido tristeza sobre tristeza al darnos el evangelio (imposible de obedecer) a través del cual su Ira finalmente caería sobre nosotros.
De esta manera luché feroz y desesperadamente con mi conciencia, mientras seguía abriendo las epístolas de Pablo, consumido de un deseo de saber lo que quiso decir…
Entonces, al fin, empecé a entender la justicia de Dios. Empecé a ver que el hombre vive por el don de Dios, que es por fe. Empecé a entender que la justicia de Dios revelada en los evangelios debe ser tomada en una manera pasiva, y que Dios justifica a los hombres, no por obras, sino por fe, como está escrito: “El justo por la fe vivirá.” Cuando entendí esto, me sentí nacido de nuevo y sentí haber entrado por las puertas abiertas del paraíso mismo”. [Del prefacio de Las Obras Completas de Lutero, que él preparó para su publicación en 1545]
La siguiente cita es de un antiguo anabaptista llamado Michael Schneider, escrita mientras él estaba prisionero en el castillo de Passau, Bavaria, la cual refleja su mensaje de salvación…
“Escúchenme, todos los pueblos de la tierra. Escúchenme, jóvenes, ancianos, grandes y pequeños. Si quieren ser salvos, necesitan abandonar el pecado, seguir a Cristo el Señor, y vivir de acuerdo con su voluntad. Cristo Jesús vino aquí a la tierra para enseñar a los hombres el camino correcto por donde han de ir, para enseñarles a volverse del pecado, para seguirlo. El dijo: “Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida, nadie viene al Padre, sino por Mí.”
El que anhela comunión con Cristo y que quiere tener parte en su reino, necesita hacer lo que Cristo hizo mientras estaba en esta tierra. El que quiere reinar con Cristo, debe primeramente estar dispuesto a sufrir por causa de su Nombre. El hombre que muera con Cristo en esta vida entrará con Él en el reino de su Padre, en gozo eterno. Pero el hombre que no sigue a Cristo no será redimido por la Sangre de Cristo y sus pecados jamás le serán perdonados. Aquellos que han tenidos sus pecados perdonados, no deben vivir más en el pecado.
Esto es lo que Jesucristo, nuestro Señor, nos enseña. Aquellos que vuelven a caer al pecado, rompen su pacto con Dios. Mayor pena y sufrimiento serán suyos–y se perderán para siempre.
No todos los que dicen “Señor, Señor” entrarán al reino. Sólo aquellos que guardan su pacto serán aceptados por Él. El que confiesa a Cristo ante el mundo y se para por la verdad hasta el final, será salvo.
Ayúdanos, oh, Dios, nuestro Señor, a esto, a que permanezcamos en Cristo–que siempre andemos según sus enseñanzas y no pequemos más, y que seamos una honra a su Nombre, ahora y para siempre… ¡y hasta la eternidad! Amén”. [De Ausbund 82. Citado por Peter Hoover en el libro “El Secreto de la Fuerza”]
Ahora, yo quisiera detenerme aquí por un momento y hacer una pregunta muy relevante. ¿Cuál sería la reacción si un hombre compartiera un testimonio similar al de Lutero en una audiencia anabaptista? ¿Se morderían los labios y estarían de acuerdo en que “este tipo es luterano”? ¿O exclamarían “¡Hombre, este tipo realmente tiene fe!”. La verdad es que tal testimonio sería cálidamente recibido entre una audiencia anabaptista. ¿Por qué? Porque muchos, si no la mayoría de ellos compartirían un testimonio similar.
Del otro lado de la cerca podríamos preguntar, ¿qué si alguien compartiera un mensaje similar al de Michael Schneider en la misma reunión anabaptista? ¿Sería cálidamente bienvenido, o sería acusado de promover una teología defectuosa?
Parece que la escatología de los modernos anabaptistas ha abjurado, causando que hombres como Michael Schneider sean una amenaza a sus descendientes más bien que una consolación. Tristemente, el evangelio del anabaptismo moderno se alinea más con el luteranismo que con el anabaptismo. No queremos detenernos en este punto y sacar ya nuestra conclusión final. Más bien, queremos hacer una mirada objetiva al mensaje de salvación de los anabaptistas primitivos y al de Lutero. Volvamos de nuevo donde el señor Lutero:
“No podía creer que agradaba a Dios con las cosas que hacía para ganarme su favor...”
Estaba indignado con Él, pensando que encima de condenarnos a nosotros, los miserables pecadores, a la destrucción eterna a través del pecado original y oprimirnos con toda clase de calamidades a través de la ley y de los diez mandamientos, Él había añadido tristeza sobre tristeza al darnos el evangelio (imposible de obedecer) a través del cual su Ira finalmente caería sobre nosotros.
De esta manera luché feroz y desesperadamente con mi conciencia, mientras seguía abriendo las epístolas de Pablo… Entonces, al fin, empecé a entender la justicia de Dios. Empecé a ver que el hombre vive por el don de Dios, que es por fe. Empecé a entender que la justicia de Dios revelada en los evangelios debe ser tomada en una manera pasiva, y que Dios justifica a los hombres, no por obras, sino por fe, como está escrito: “El justo por la fe vivirá.”
Cuando entendí esto, me sentí nacido de nuevo y sentí haber entrado por las puertas abiertas del paraíso mismo”.
Notamos aquí dos cosas que son dignas de señalar. 1) Note que el entendimiento de Lutero acerca del pecado original lo trajo a la conclusión de que el evangelio es imposible de obedecer, y que Dios es imposible de ser complacido. 2) Notamos también que Lutero llegó a su entendimiento del Evangelio a través de la Epístola de Pablo, en vez de entender las epístolas de Pablo a través del fundamento de las enseñanzas de Cristo. Este mismo acercamiento ha sido adoptado por la iglesia moderna, razón por la cual los nuevos conversos son conducidos a través de nueve versículos en Romanos y dos en los evangelios.
Quizás la más poderosa enseñanza de Lutero fue aquella de la “fe”. Básicamente, Lutero pensó que el hombre es incapaz de hacer algo para complacer a Dios. Jamás haremos nada que sea suficiente ante los ojos de Dios. Lutero sacó su conclusión de su adoctrinamiento católico, un adoctrinamiento que inevitable fue influenciado por la doctrina de Agustín sobre el pecado original. Esta doctrina fue la fuente de la frustración, blasfemia y murmuración de Lutero. Sin embargo, el encontró la solución cuando finalmente “entendió” del verdadero significado de la “fe”.
De acuerdo con Lutero, “la fe sola” era todo lo que el hombre necesitaba para ser salvo. De acuerdo con su definición, la “fe” no puede incluir obediencia a Dios. Él enseñó que la obediencia es algo que trabaja u obra para tu salvación, y tal actividad milita contra Cristo. Este concepto es un tiro doble que logra “convertir la gracia de Dios en libertinaje”, porque cualquiera que tenga el deseo de obedecer a Dios es inmediatamente bloqueado y tachado de “tormenta celestial”, mientras que aquellos quienes quieren sentarse en el medio y jugar con Dios, consiguen una gran área de faul para hacerlo. El lado opuesto de esta espada de doble filo es que creencia y obediencia llegan a ser dos principios separados y opuestos.
La innovadora definición de Lutero de “fe” la cual es sinónimo de “evadir nuestra responsabilidad” (“cop-out”) o de una “escapatoria” alivió su consciencia murmuradora y blasfema, dándole el sentimiento de ser “nacido de nuevo”. Algunos años después Lutero escribiría una carta a un compañero pastor amonestándole a ¡“pecar audazmente”! “porque somos predicadores de la gracia”.
2. Por qué Lutero odiaba a los anabaptistas
Lutero debe haber tenido buenas razones para poner en oscuros calabozos a hombres como Michael Schneider y otros como él, donde ninguno pudiera oírlos de nuevo. Pero, ¿qué era exactamente lo que tanto odiaba Lutero de los anabaptistas? Aquí está lo que algunos de sus enemigos tenían que decir acerca de ellos:
“Si investigas la vida y conducta de ellos al principio parece irreprochable, piadosa, modesta, atractiva; sí, por encima de este mundo. Aún aquellos quienes están inclinados a criticarlos dirán que sus vidas son excelentes”. Zwinglio, un reformador protestante en Suiza.
“Francamente confieso que en la mayoría de los anabaptistas hay una piedad y consagración, ciertamente un celo que está más allá de toda sospecha o alguna insinceridad. Pues ¿qué ganancia terrenal podrían esperar ganar por soportar el exilio, la tortura y crueldades indecibles? Testifico ante Dios que no puedo decir que por falta de sabiduría ellos son un tanto indiferentes a las cosas terrenales, sino más bien por motivaciones divinas”. Capito, el reformador de Estrasburgo.
La ironía es que Lutero concluyó que tal vida era imposible de vivir. En una carta a un compañero predicador él escribió:
“Si eres un predicador de la gracia, entonces predica una gracia
verdadera, no ficticia; si la gracia es verdad, tú debes llevar un pecado verdadero, no ficticio. Sé un pecador y peca audazmente, pero cree y regocíjate en Cristo aún más audazmente. Pues él es victorioso sobre el pecado, la muerte, y el mundo. Mientras estamos aquí tenemos que pecar. Esta vida no es el lugar donde habita la justicia, pero, como dice Pedro, buscamos unos nuevos cielos y una nueva tierra en los cuales mora la justicia…
Ningún pecado puede separarnos de Él, aún si fuéramos a matar o cometer adulterio miles de veces cada día. ¿Piensas que un tal cordero tan exaltado pagó simplemente un pequeño precio con un pobre sacrificio por nuestros pecados? Ora duro para que seas completamente un pecador”. [Weimar ed. vol. 2, p. 371; Letters I, "Luther's Works," American Ed., Vol 48. p. 281- 282]
Mientras Lutero concluyó que una vida justa era imposible de vivir – excepto en un estado justificado imaginario donde tú eres declarado justo aunque no vivas de esa manera – los anabaptistas estaban viviendo lo que ellos predicaban.
Volviendo al mensaje de Schneider:
“Si quieres ser salvo necesitas dejar el pecado, seguir a Cristo el Señor y vivir de acuerdo a su voluntad. Cristo Jesús vino a la tierra para enseñar a los hombres el camino recto a seguir, a enseñarles a volverse del pecado y seguirle.
El que desea comunión con Cristo y quiere hacer parte de su reino, necesita hacer lo que Cristo hizo mientas estuvo en esta tierra. Quien quiere reinar con Cristo debe primero estar dispuesto a sufrir por su nombre. El hombre que muere con Cristo en esta vida entrará con él al reino de su padre en gozo eterno. Pero los hombres que nos siguen a Cristo no son redimidos por la sangre de Cristo y sus pecados nunca serán perdonados”.
En su sermón, Michael constantemente afirma que el hombre es capaz de complacer a Dios, dejando el pecado, siguiendo a Cristo y viviendo de acuerdo a Su voluntad. La diferencia entre los anabaptistas y Lutero estaba justo en este punto. De acuerdo con Lutero, el pecado original impedía al hombre ser capaz de hacer la voluntad de Dios, y aún si él pudiera, sería contado como trapo de inmundicia. Aquí está un extracto del segundo artículo de la Confesión de Augsburgo del luteranismo, en la cual Lutero divaga acerca del supuesto problema del pecado original.
“Es también enseñado entre nosotros que desde que la caída de Adam todos los hombres que han nacido de acuerdo al curso de la naturaleza son concebidos y nacen en pecado. Esto es, todos los hombres están llenos de malas lujurias e inclinaciones desde el vientre de sus madres y son incapaces por naturaleza de tener verdadero temor de Dios y verdadera fe en Dios. Además, esta enfermedad innata y pecado hereditario es verdadero pecado y condena a la ira eterna de Dios a todos aquellos que no han nacido de nuevo a través del bautismo y el Espíritu Santo. En relación con esto son rechazados los pelagianos y otros quienes niegan que el pecado original es pecado, pues ellos sostienen que el hombre natural es hecho justo por su propio poder, despreciando así los sufrimientos y méritos de Cristo”.
En otro lugar Lutero dice:
“Ese artículo sedicioso de doctrina debería ser castigado por la espada sin necesidad de prueba adicional. Por lo demás, los anabaptistas sostienen puntos relacionados con el bautismo de infantes, el pecado original, y la inspiración, los cuales no tienen conexión con la Palabra de Dios, y son ciertamente opuestos a ella… Las autoridades seculares están también obligadas a reprimir y castigar abiertamente la falsa doctrina… Pues piense qué desastres sucederían si los niños no son bautizados? … Además de esto los anabaptistas se separan a sí mismos de las iglesias… y establecen un ministerio y congregación de ellos mismos, lo cual es también contrario al mandamiento de Dios. De todo esto llega a ser claro que las autoridades seculares están obligadas… a infligir castigo corporal a los ofensores … También cuando es un caso de solamente sostener algún punto espiritual, tales como el bautismo de infantes, el pecado original, y la separación innecesaria, entonces… concluimos que… los sectarios obstinados deben ser llevados a la muerte”. [Source: Dave Armstrong. "Pamphlet of 1536" in Martin Luther and The Protestant Inquisition (Janssen, X, 222-223; pamphlet of 1536)]
Esto fue como si Lutero estuviera diciendo: “Tenemos que mantener la doctrina del pecado original y cualquiera que quiera discrepar entonces recibirá el tratamiento de la estaca ardiente”.
Michael Schneider y los anabaptistas discreparon, y no solamente en la “doctrina”, sino precisamente en sus propias vidas. De acuerdo con Lutero, la vida justa de los anabaptistas supuestamente era una imposibilidad, sin embargo de alguna manera ellos estaban haciendo lo que Lutero no pudo hacer él mismo. Esto debió haber sido una real bofetada en la cara.
Los anabaptistas mostraron que las doctrinas favoritas de Lutero – pecado original y fe sola – no eran nada más que un manto para ocultar un cristianismo enclenque. El odio de Lutero hacia los anabaptistas provino de su rechazo a las doctrinas que él concluyó eran absolutamente necesarias al cristianismo mantener. Y para Lutero eran necesarias, porque sin ellas seguramente su máscara habría caído, revelando quién era él – un asesino. ¿Por qué querrías tu seguir la ideología de un hombre así?
3. ¿Puede el hombre complacer a Dios?
En comparación con el protestantismo, los anabaptistas tenían una posición diferente acerca de la responsabilidad del hombre ante Dios. Como mencionamos antes, Michael Schneider creía que el hombre era capaz de hacer la voluntad de Dios, y este deseo de complacer a Dios era precisamente el terreno para la salvación. Podríamos parafrasear a Michael diciendo: “Si tú no complaces a Dios no serás salvo”. En cambio Lutero entendió a Dios como un ser severo, insatisfascible. Cualquier cosa que el hombre hiciera en obediencia sería contada como inmunda ante los ojos de Dios. Los anabaptistas no vieron las cosas de esa manera. Michael declaró:
“Cristo Jesús vino a la tierra para enseñar a los hombres el camino recto a seguir, a enseñarles a volverse del pecado y seguirle a él…”
De acuerdo con Michael el propósito de la venida de Jesús a la tierra fue mostrar a los hombres cómo seguir Su ejemplo. Ni una vez él sugiere que el hombre es incapaz de vivir una vida así, sino más bien él afirmó que vivir una vida así es precisamente la base de la salvación.
“Pero el hombre que no sigue a Cristo no está redimido por la sangre de Cristo, y sus pecados nunca serán perdonados”.
De acuerdo con la perspectiva anabaptista, el hombre es capaz de complacer a Dios, y Dios espera tal deseo de sus seguidores; y la capacidad, o voluntad de hacerlo, no era el resultado de alguna experiencia de fe mágica, de la manera que postuló Lutero. Sino que más bien el deseo del hombre de hacer la voluntad de Dios era la sustancia de la fe.
Cita de “El secreto de la fuerza” acerca de la fe – No puedo encontrarla ahora. Dice algo como “fe es obediencia”.
Las enseñanzas de los anabaptistas primitivos acerca de la Salvación. (De “El Secreto de la Fuerza”)
Las palabras de Cristo en los evangelios, especialmente las del Sermón del Monte, eran para los anabaptistas, las seligmachende Lehre (“las enseñanzas de la salvación”–o “el plan de salvación”), a lo que el Antiguo Testamento era una introducción, y de lo que las epístolas del Nuevo Testamento daban testimonio. Los anabaptistas no consideraron con ligereza ni menospreciaron ningún libro de las Escrituras (de hecho usaron los libros apócrifos), pero para ellos los cuatro Evangelios eran la puerta de entrada al resto de la Biblia. De hecho, ellos creían que todo entendimiento de las Escrituras era un entendimiento erróneo, si no encajaba o concordaba con el ejemplo (la vida) de Cristo y con sus enseñanzas en los evangelios.
En los evangelios, los anabaptistas hallaron las enseñanzas de Cristo, a las que los siguientes pasajes eran, para ellos, la puerta de apertura:
Mateo 4:18-22: “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.”
Mateo 8:19-22: “Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.”
Mateo 9:9: “Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.”
Mateo 16:24-25: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.”
Lucas 14:25-27: “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.”
Lucas 14:33: “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.”
4. ¿Derrotó Lutero finalmente a los anabaptistas?
Los anabaptistas de antes hicieron una clara distinción entre su mensaje y el de Lutero. El encarcelamiento de Michael Schneider da testimonio de esto; había una diferencia. Pero ¿qué acerca de los anabaptistas de la era moderna? ¿Se adhieren aún al mensaje simple de Schneider? ¿O han sucumbido ante la teología de la fe sola de Lutero? Investigando, hemos hecho ya algunos descubrimientos sorprendentes.
En sus comienzos los anabaptistas resistieron al enemigo publicando tratados, escribiendo artículos y predicando contra las doctrinas de Lutero; y por un tiempo resistieron. Sin embargo, el tiempo se llevó a los mejores de ellos ?V la mayoría a una estaca ardiente. Pero finalmente, los anabaptistas restantes encontraron su camino a Norte América, sólo para caer dormidos ante la canción de cuna del sueño americano. Durante el transcurso del siglo XIX los anabaptistas llegaron al estado de coma. Y mientras los hombres dormían el enemigo se coló por sorpresa, cambiando el mensaje de la gracia de Dios en…
El pecado original en la corriente principal del protestantismo
Para entender dónde fue exactamente que las cosas se dañaron necesitamos darle una mirada más profunda al “gran sueño” del siglo XIX. Si trazamos las enseñanzas de este movimiento hasta sus orígenes, encontramos a Wesley como su fuente; sin embargo, la inspiración de Wesley provino de un balde de agua que le proveyeron los Moravos. Y la fuente de la cual los Moravos sacaron el agua para el sediento Wesley estaba contaminada con microbios de “Pecado Original” y bacterias de “Fe Sola”. Obviamente Wesley contrajo la enfermedad, la cual eventualmente encontró el camino para llegar a los menonitas. Para aquellos que les interese, mostraremos todo esto desde sus orígenes.
La idea de “pecado original“, tal como fue interpretada por Agustín de Hipona, fue afirmada por los reformadores Marín Lutero y Juan Calvino. Tanto Lutero como Calvino estuvieron de acuerdo en que los humanos heredan la culpa de Adam y están en un estado de pecado desde el momento de la concepción. Esta naturaleza totalmente depravada (la base para la doctrina calvinista de la “depravación total”) resulta en una completa alienación de Dios y la total incapacidad de los humanos para alcanzar la reconciliación con Dios basados en sus propias capacidades. No solamente los individuos heredan una naturaleza pecaminosa debido a la caída de Adam, sino que puesto que él era la cabeza federal y representativa de la raza humana, todos aquellos a quienes él representó heredaron por imputación la culpa por su pecado. Juan Calvino definió el pecado original en su Institución de la Religión Cristiana como sigue:
“El pecado original, por lo tanto, parece ser una depravación y corrupción hereditaria de nuestra naturaleza, difundida en todas las partes del alma, lo cual primero nos expone a la ira de Dios, y entonces también produce en nosotros aquellas obras que la Escrituras llama “obras de la carne” (Gál 5.19). Y eso es propiamente lo que Pablo a menudo llama pecado. Las obras que vienen de ella - tales como adulterios, fornicaciones, robos, odios, asesinatos, … - él por consiguiente las llama “frutos de pecado” (Gál 5.19-21), aunque ellas son comúnmente llamadas “pecados” en la Escritura, y aún por Pablo mismo”.
Como dijimos antes, John Wesley fue influenciado por las enseñanzas de Lutero sobre la depravación total. La Iglesia Metodista, fundada por John Wesley, sostiene en el Artículo VII de los Artículos de la Religión en El Libro de Disciplina de la Iglesia Metodista:
“El pecado original consiste no en seguir a Adam (como los pelagianos vanamente dicen) sino que es la corrupción de la naturaleza de cada hombre, que es engendrado naturalmente de la descendencia de Adam, por lo cual el hombre está muy lejos de la justicia original, y de su propia naturaleza inclinada al mal, y eso continuamente”.
¿Por qué los metodistas sostienen estas doctrinas? Tal vez porque John Wesley finalmente vino a la seguridad de la salvación a través de la influencia de Lutero. Su propio testimonio dice:
“Miércoles, Mayo 3 de 1738. Mi hermano había tenido una larga y particular conversación con Peter Boehler. Y ahora plació a Dios abrir sus ojos; así que él también vio claramente, qué era la naturaleza de esa única verdadera fe viviente, por la cual sólo a través de la gracia somos salvados.
Miércoles, Mayo 24. En la tarde fui muy desanimado a la sociedad en la calle Aldergate, donde alguien estaba leyendo el prefacio de Lutero a la Epístola a los Romanos. Cerca de las nueve menos cuarto, mientras él estaba describiendo el cambio que Dios obra en el corazón a través de la fe en Cristo, sentí mi corazón extrañamente calentado. Sentí que yo confiaba en Cristo, solo en Cristo, para salvación; y una seguridad me fue dada, de que Él había quitado mis pecados, incluso el mío, y me salvó de la ley del pecado y de la muerte.
Viernes, Mayo 26. Mi alma continuaba en paz, pero sin embargo en pesadez, debido a las múltiples tentaciones. Le pregunté al señor Telhig, el Moravo, qué hacer. El dijo: “Tu no debes pelear con ellas como lo hacías antes, sino huye de ellas en el momento que aparezcan, y refúgiate en las heridas de Jesús”.
Suena como si Wesley hubiera tenido también una experiencia de salvación como la de Lutero. Note cuán similar es la experiencia de Wesley a la de Lutero. ¿En dónde entran a jugar los anabaptistas en todo esto? Pienso que será interesante para usted saberlo. Si lee con cuidado, notará que Wesley estaba visitando un grupo en la calle Aldersgate. ¿Quién era este grupo? ¡Eran Moravos! Note el nombre de Peter Boehler y el señor Telchig, los Moravos. Estos tipos vinieron directamente de este avivamiento. Permítanos darle una mirada más de cerca a los moravos que estaban detrás de esto.
Como una nota al margen: sería bueno echarle una mirada a lo que los primeros moravos creían antes de este avivamiento. Me pregunto si ellos estaban originalmente en la senda que el reformador bohemio Juan Hus estaba enseñando en el siglo XV. Podría ser valioso investigar. Sin embargo, aquí miraremos cómo un joven noble alemán, el conde Zinzendorf, llevó a los moravos a un “moderno pentecostés”.
A continuación presentamos algunas citas tomadas de un libro titulado “Poder de lo Alto”, escrito en 1927 por el reverendo John Greenfield, un evangelista moravo que celebraba el 200 aniversario de el “Gran Avivamiento Moravo”. Si alguien quiere leer una versión abreviada puede encontrarla en el sitio web de Charity Gospel Tape Ministries. Está titulado: Power from on High. A Modern Pentecost The Moravian's and Count Zinzendorf, por John Greenfield.
“Los hermanos moravos habían surgido de las labores y martirio del reformador bohemio Juan Hus. Ellos habían experimentado siglos de persecución. Muchos habían sido asesinados, encarcelados, torturados o desterrados de sus hogares. Este grupo había huido para refugiarse en Alemania, donde el joven noble cristiano, el Conde Zinzendorf, les ofreció asilo en sus estados de Sajonia. Ellos llamaron a su nuevo hogar Herrnut, “la Guardia del Señor”. Desde allí, después de su bautismo en el Espíritu Santo, llegaron a ser evangelistas y misioneros”.
Suena como si ellos pudieran haber tenido alguna fe real antes de su encuentro con Zinzendorf…
“Temprano en 1727, la descontenta comunidad en Herrnhut estaba profundamente dividida y se criticaban los unos a los otros. Controversias acaloradas amenazaron con romper la comunidad. La mayoría eran de la antigua iglesia morava de los hermanos. Otros creyentes atraídos a Herrnhut incluían Luteranos, Reformados y Bautistas. Ellos discutían acerca de la predestinación, la santidad y el bautismo”. “El joven noble alemán, Conde Zinzendorf, abogó por unidad, amor y arrepentimiento”.
Note quiénes más estaban en compañerismo con Zinzendorf y cuál fue su solución para la unidad:
“Era una condición y no una teoría lo que confrontó en 1727 al joven noble en Herrnhut. Cómo unir en fe y amor a los piadosos pero disputadores seguidores de Huss, Lutero, Calvino, Zuinglio, Schwenkfeld, etc., etc., parecía un problema sin esperanza aparte de una intervención divina…”
“En Herrnhut, Zinzendorf visitó a todos los miembros adultos de la profundamente dividida comunidad. Él redactó un pacto instándoles a “buscar y enfatizar los puntos en los cuales ellos estaban de acuerdo” en vez de acentuar sus diferencias. El 12 de Mayo de 1727 todos ellos firmaron un acuerdo...”
Me suena como el comienzo del ecumenismo moderno…
“El 12 de Mayo de 1727… un espíritu de gracia, unidad y súplicas creció entre ellos. El 16 de Julio el conde derramó su alma en una oración acompañada con una inundación de lágrimas. Esta oración produjo un efecto extraordinario. La comunidad entera comenzó a orar como nunca antes.
El 22 de Julio muchos de la comunidad pactaron juntos, de común acuerdo, reunirse a menudo para derramar sus corazones en oración e himnos.
El Domingo 10 de Agosto, el Pastor Rothe, mientras lideraba el servicio en Herrnhut, fue inundado por el poder del Señor cerca del mediodía. Él se humilló hasta el polvo delante de Dios. También lo hizo la congregación entera (en éxtasis de sentimiento)*. Ellos continuaron hasta la media noche en oración y cantando, llorando y orando. El Miércoles 13 de Agosto de 1727, el Espíritu Santo fue derramado sobre todos ellos…”
“Su primera gran experiencia que le dio a los moravos tal poder espiritual fue una experiencia personal de salvación. La segunda gran experiencia que le dio a ellos tal poder espiritual y liderazgo fue el bautismo en el Espíritu Santo. Zinzendorf, quien nos dio el más profundo y vívido relato de este maravilloso suceso, dice que fue “un sentimiento de cercanía de Cristo otorgado en un momento único…” “Esta experiencia espiritual merece el rango de profundidad de conocimiento y alcance de influencia con las históricas conversiones de San Agustín, Martín Lutero y John Bunyan”.
¿¿¿Qué estaban ellos predicando???
“Los sermones moravos estaban solamente llenos de Cristo y su expiación como los himnos moravos. En una de las cartas del Conde Zinzendorf encontramos la siguiente declaración: “Nuestro método de proclamar la salvación es éste: Señalarle a cada corazón el cordero amante que murió por nosotros… por la predicación de su sangre… Nunca en el curso del argumento, apartarse ni un cuarto de hora del cordero amante; ni nombrar ninguna otra virtud excepto en él, y de él y a su cuenta; no predicar ningún mandamiento excepto la fe en él; ninguna otra justificación sino que él hizo expiación por nosotros…”
¿Llenos de Cristo? Llenos de un Cristo sin mandamientos. Me atemoriza; suena como si quisieran que Cristo sólo esté callado. Aquí está cómo esto afectó a Wesley…
“En 1736 John y Charles Wesley navegaron a América como misioneros anglicanos. Una compañía de inmigrantes moravos estaba también en el buque. Durante una terrible tormenta todos ellos enfrentaron el peligro del naufragio. John Wesley escribió en su diario: “A las siete fui a los alemanes. Había observado antes la gran seriedad de su conducta. De su humildad habían dado una continua prueba al realizar aquellos oficios serviles para los otros pasajeros de los que ninguno de los ingleses se encargaría; por los cuales no deseaban ni recibirían pago, diciendo, “que era bueno para sus orgullosos corazones” y “que su amante Salvador había hecho más por ellos”. Y cada día les había dado a ellos la ocasión de mostrar una mansedumbre, la cual ninguna injuria podía mudar. Si ellos estaban presionados, golpeados o echados abajo, se levantaban de nuevo y se iban; pero no se halla protesta en sus bocas. Aquí estaba ahora una oportunidad para probar si ellos estaban libres del espíritu de temor, así como del de orgullo, ira y venganza.
En la mitad del Salmo con el que su servicio comenzó, el mar rompió, rajó la vela principal en pedazos, cubrió el barco y se derramó entre la cubierta, como si el gran abismo ya nos hubiese tragado. Una increíble gritería empezó entre los ingleses. Los alemanes cantaban tranquilamente. Después le pregunté a uno de ellos: ¿no tenían miedo? Él respondió, “gracias a Dios, no”. Pregunté: “¿Pero no tenían miedo sus mujeres y niños?” Me respondió suavemente: “No, nuestras mujeres y niños no tienen miedo de morir”.
En Georgia, John Wesley buscó consejo espiritual del obispo moravo A. G. Spangeberg. De vuelta a Inglaterra en 1738 los hermanos Wesley llegaron a conocer íntimamente a los moravos, especialmente a Peter Boehler, quien llegó a ser más tarde un obispo moravo principal. En Marzo 4 de 1738, Wesley escribió en su diario: “Encontré a mi hermano en Oxford recuperándose de su pleuresía, y con él Peter Boehler, por quien (en las manos del gran Dios) yo estaba, el Domingo 5, claramente convicto de incredulidad, de la necesidad de aquella fe por la cual solamente somos salvados. Inmediatamente me asaltó el pensamiento: “Deja de predicar. ¿Cómo puedes tú mismo predicar a otros que no tienen fe?”. Le pregunté a Boehler si él pensaba que debería dejarlo o no. Él me respondió, “De ninguna manera”. Pregunté: ¿Cómo puedo predicar? Él dijo: “Predica la fe hasta que tú tengas fe”. Por consiguiente, el Lunes 6, comencé a predicar esta nueva doctrina, aunque mi alma empezó atrás del trabajo. La primera persona a quien yo ofrecí salvación por la sola fe fue a un prisionero bajo sentencia de muerte.
En ese entonces los metodistas y los moravos a menudo se reunían juntos para estudio bíblico y oración. El biógrafo de George Whitefield escribió: Whitefield comenzó el Año Nuevo (1739) tan gloriosamente como él finalizó el que justamente acababa de terminar. Recibió la comunión, predicó dos veces,… asistió a un banquete de amor moravo en Fetter Lane, donde pasó la noche entera en oración a Dios, salmos y acciones gracias; y entonces dijo: “este es el Año Nuevo más feliz que jamás había visto”. Este banquete de amor en Fetter Lane fue uno memorable. Además de los cerca de sesenta moravos, estuvieron allí presentes no menos que siete metodistas de Oxford, llamados John y Charles Wesley, George Whitefield, Wesley Hall, Benjamin Ingham, Charles Kinchin y Richard Hitchins, todos ellos clérigos ordenados de la Iglesia de Inglaterra. Wesley escribe: “Cerca de las tres de la mañana, como estábamos constantes en la oración, el poder de Dios vino poderosamente sobre nosotros, tanto que muchos lloraron de grande gozo, y muchos cayeron al suelo. Tan pronto como estábamos recuperándonos un poco de ese temor y asombro en la presencia de Su Majestad, estallamos en una voz “¡Te loamos, oh Dios; reconocemos que eres el Señor! Lo que Wesley estimó del avivamiento moravo que resultó en su propia conversión fue profético. Cuando Peter Boehler, nueve años más joven que él, dejó Inglaterra para ir a América varios meses después, Wesley registró en su diario: Peter Boehler dejó Londres para embarcarse para Carolina. ¡Oh qué trabajo había Dios empezado desde su llegada a Inglaterra! Uno tal que nunca vendrá a un fin, ¡hasta que pasen el cielo y la tierra! Peter Boehler escribió al conde de Zinzendorf, diciendo: “los ingleses se maravillaron mucho conmigo; y aunque yo no podía hablar mucho inglés ellos siempre esperaban que yo les hablara acerca del Salvador, Su sangre y heridas, y el perdón de los pecados”.
¿¿Quiere alguien escuchar acerca de las enseñanzas de Cristo??
“Algunos años después de su conversión Wesley escribió otro gran himno sobre la expiación: “Arise my soul arise!” Su teología y su lenguaje da testmonio del poder de la gran experiencia de salvación en la que bajo Dios lo dirigió Boehler. La tercera y cuarta estrofa son distintivamente moravas en su enseñanza y fraseología”.
Así que aquí lo tienen, así es como los moravos y Wesley quedan dentro del cuadro completo. Ahora examinaremos cómo los anabaptistas de Norteamérica contrajeron la enfermedad.
5. Cómo los menonitas llegaron a aceptar el avivamiento protestante
Después conseguido el “sueño americano”, los anabaptistas comenzaron a buscar algo que los despertara del estado de muerte espiritual en el que habían caído por medio de adquirir grandes tierras, sosteniendo y acumulando riquezas. Esto es lo que Stephen Scott tiene que decir en su investigación de la historia menonita:
Al principio los menonitas resistieron la conmoción del mundo religioso que los rodeaba. Entonces el movimiento de avivamiento de inspiración metodista se extendió a través de la población alemana de Pennsylvania en la última parte del siglo XVIII atrayendo a muchos menonitas. A mediados del siglo XIX, oleadas esparcidas de avivamiento y progresivismo habían creado movimientos significantes, muchos de los cuales llegaron a estar alienados del cuerpo principal de menonitas. Por el último tercio del siglo XIX, la mayoría de los menonitas estaban preparados para el cambio. Ellos no estuvieron ya satisfechos con las sendas de sus ancestros honradas por el tiempo. Dos hombres fueron responsables de conducir a la iglesia menonita al mundo moderno.
En 1858 un muchacho de veinticinco años de edad de trasfondo menonita alejado de su hogar en Bucks County, Pennsylvania aceptó una invitación que le dieron en una reunión de avivamiento presbiteriana en Chicago. El joven era John Fretz Funk y este simple acontecimiento inició un curso de inalterable cambio en la iglesia menonita. La conversión de Funk lo condujo al excitante mundo del avivamiento americano, y él al final él sería el instrumento para llevar a la mayoría de la iglesia menonita a su nuevo reino.
Si bien John Funk estaba enamorado de la vitalidad del evangelicalismo, él no deseaba abandonar su propia fe ancestral. En 1859, Funk regresó brevemente a Pennsylvania donde fue bautizado en la iglesia menonita. Funk apreciaba profundamente la iglesia menonita pero sentía que mucho se podría ganar con los métodos agresivos del protestantismo evangélico…
…Aunque Funk utilizó mucho material escrito por menonitas, también publicó un gran porcentaje de escritos de protestantes evangélicos. Las publicaciones de Funk consiguieron plantar las ideas populares del protestantismo americano por toda la iglesia menonita. John Funk fue ordenado como ministro menonita en 1865, lo cual ensanchó su esfera de influencia…
…Él también viajó ampliamente entre las comunidades menonitas y ayudó a dirigir las primeras series de “reuniones prolongadas” – como eran entonces llamadas las reuniones de avivamiento – en la iglesia menonita en Masontown PA en 1872. En 1879 John Funk invitó a un prometedor joven predicador menonita de Virgina, John S. Coffman, a unirse a su trabajo?K
Coffman dirigió sus primeras series de reuniones de avivamiento en Michigan en 1881 y tuvo cientos de compromisos de charlas durante los próximos años.
…El cambio radical que John F. Funk y John S. Coffman ayudaron a originar en la iglesia menonita durante la última parte del siglo XIX ha sido visto por algunos historiadores como el “gran despertar”. Funk y Coffman son vistos como héroes de la fe que rescataron a la iglesia del olvido. Algunos historiadores recientes, no queriendo inferir que la era antes de Funk y Coffman fue una era de muerte y letargo espiritual, se han referido más caritativamente a este período como un tiempo de “Quickening”. El final del siglo XIX vio cambios radicales en la iglesia menonita, transformando para siempre su énfasis e imagen… [Fuente: “An introduction to Old Order and conservative Mennonite Groups” by Stephen Scott. Peoples place books 12]
La historia se repite a sí misma
Saliendo del catolicismo muerto y buscando algo más, Lutero pensó que estaba promoviendo un verdadero despertar, regresando a lo que la iglesia primitiva había perdido. Sin embargo, no se dio cuenta de que sólo estaba siguiendo las ideas del pecado original y la depravación como las interpretó Agustín de Hipona. Éstas, junto con muchas otras ideas de Agustín, estaban lejos de lo que los cristianos primitivos realmente creyeron.
De igual manera, los menonitas, que habían caído en tradiciones religiosas muertas, estaban buscando algo más, esperando retornar a lo que habían perdido. Sin embargo, ellos fallaron en darse cuenta de que solamente estaban siendo influenciados por los modernos protestantes evangélicos con mucho celo y no por las sencillas enseñanzas de Cristo como sus ancestros. Quizás ninguno de ellos se detuvo a preguntar si el mensaje evangélico protestante era el mismo que el de sus ancestros anabaptistas primitivos. Si era el mismo, entonces ¿por qué estos avivamientos nunca resultaron en que los protestantes fueran capaces de acabar con el conflicto armado, cubrir a sus mujeres, y separarse del mundo?
Si no había un poder real en los avivamientos evangélicos para producir separación del mundo como la había entre los cristianos primitivos y los primeros anabaptistas, entonces ¿realmente podemos esperar algún resultado diferente entre la gente común que abraza las mismas ideas? Tal vez esta es la razón por la cual hay tal miedo entre ellos de irse al mundo. O quizás Lutero finalmente derrotó a los anabaptistas.
6. ¿Reconsideró alguien alguna vez?
EXTRACTOS DE LAS ACTAS DE ALGUNA CONVERSACIÓN TARDÍA ENTRE EL REV. WESLEY Y OTROS, EN UNA CONFERENCIA PÚBLICA, SOSTENIDA EN LONDRES, EL 7 DE AGOSTO DE 1770, E IMPRESA POR W. PINE, EN BRISTOL
“Ten cuidado de tu doctrina” “Dijimos en 1744, ‘Nos hemos inclinado demasiado hacia el calvinismo [teología protestante]’. ¿En dónde? 1. Con respecto a la fidelidad del hombre. Nuestro Señor mismo nos enseñó a usar la expresión. Y nunca debemos avergonzarnos de eso. Debemos constantemente afirmar, basados en su autoridad, que si un hombre no es “fiel en las riquezas injustas”, Dios no “le dará las verdaderas riquezas”. 2. Con respecto a trabajar para la vida. Esto también nuestro Señor nos lo ha mandado expresamente. ‘”abaja”, Ergazesqe, literalmente “trabaja por la comida que a vida eterna permanece”. Y de hecho cada creyente, hasta que venga a la gloria, trabaja para así como desde la vida. 3. Hemos recibido esto como una máxima, que “el hombre no hace nada para la justificación”. Nada puede ser más falso. Quienquiera que desee encontrar favor con Dios, debe, “dejar de hacer lo malo, y aprender a hacer el bien”. Quienquiera que se arrepiente, debe hacer “obras dignas de arrepentimiento’. Si esto no es para encontrar favor, ¿qué hace él por ellos?
Revisar todo el asunto.
1. ¿Quién de nosotros es ahora acepto a Dios? “El que ahora cree en Cristo, con un amoroso corazón obediente“. 2. ¿Pero quién entre aquellos que nunca oyeron de Cristo? “Él que temió a Dios, y obró justicia de acuerdo a luz que tenía”. 3. ¿Esto es lo mismo que “aquél que es sincero”? Casi, si no totalmente. 4. ¿No es esto “salvación por obras”? “No por los méritos de las obras, sino por las obras como una condición”. 5. ¿Entonces acerca de qué hemos estado disputando por estos treinta años? Me temo que, acerca de palabras. 6. En cuanto al mérito en sí mismo, del cual hemos estado tan terriblemente atemorizados: somos recompensados de acuerdo a nuestras obras, sí, por nuestras obras. ¿Cómo difiere esto de secundum merita operum, ‘como nuestras obras merecen’? ¿Puedes partir en dos este cabello? Yo dudo, yo no puedo. 7. La gran objeción a una de las proposiciones anteriores es sacada de lo práctico. Dios de hecho justifica a aquellos quienes por su propia confesión, ‘ni temen a Dios ni obraron justicia’. ¿Es esto una excepción a la regla general? Está en duda si Dios de algún modo hace alguna excepción. Pero ¿cómo estamos seguros que la persona en cuestión nunca “temió a Dios y obró justicia”? Su propio dicho no es una prueba: pues nosotros sabemos cómo todos los que son convencidos de pecado se menosprecian a sí mismos en cada aspecto. 8. ¿No tiende a despistar a los hombres el hablar de un estado o santificado? Casi naturalmente, guiándolos a confiar en lo que fue hecho en un único momento. Por cuanto estamos a cada hora y en cada momento agradando o desagradando a Dios, de acuerdo a nuestras obras: de acuerdo a la totalidad de nuestro temperamento interno y nuestra conducta externa.
Aunque Wesley se rectificó, era demasiado tarde. Sus enseñanzas anteriores ya habían hecho su daño, y finalmente te abrirían camino hacia el segundo gran despertar, hasta que produjeron una doctrina mutada llamada “evidencia inicial”.
7. ¿Por qué los movimientos carismáticos sostienen los “dones del Espíritu Santo”, y todas las experiencias que van junto con eso, como la doctrina central de su teología?
Para encontrar la respuesta necesitamos simplemente regresar a su fundador, Wesley. Note la percepción de Wesley acerca de la fe, la cual él describe como 1) un extraño calor en el corazón, 2) que él confió en Cristo para salvación, 3) una seguridad de que sus pecados fueron perdonados.
Wesley relata que él experimentó estos sentimientos después de haber escuchado acerca del cambio que Dios (es decir, el Espíritu Santo) hace en el corazón por la Fe. Si continuamos siguiéndole el rastro a toda esta teología encontramos la enseñanza de Lutero acerca de la justificación por la Fe al final del camino. De hecho, fue durante la lectura de un escrito de Lutero que Wesley tuvo su experiencia.
Cuando comparamos la “experiencia de salvación” de Wesley con la de Lutero, podemos entender por qué Wesley creyó y enseñó lo que hizo. La experiencia de salvación que Wesley tuvo en Aldersgate es similar al propio testimonio de Lutero, en que Wesley sintió su corazón calentado, sintió que él confió en Cristo, le fue dada una seguridad de que sus pecados fueron perdonados.
Del mismo modo en que Lutero entendió la justicia de Dios, Wesley vio que un hombre justo vive por la fe; él entendió que los Evangelios han de ser tomados pasivamente; y entendió que un hombre es justificado por fe y no por obras. Cuando comprendió esto, él se sintió nacido de nuevo.
Estos sentimientos que Wesley y Lutero describen eran la afirmación de que ellos habían nacido de nuevo y fueron perdonados. Y para Wesley, lo que él mismo describió era la evidencia de que Dios (es decir, el Espíritu Santo) había trabajado en su propio corazón. Sin embargo, a diferencia de Lutero, Wesley buscó una experiencia adicional a la cual él comúnmente se refería como la santificación o Bautismo del Espíritu. Aunque Wesley enseñó la santificación, él mismo nunca la experimentó.
Las ideas de Wesley acerca de la santificación serían más tarde trasladadas a la doctrina pentecostal de la “evidencia inicial”. Básicamente esta doctrina es el cumplimiento de la nunca experimentada enseñanza de Wesley sobre la santificación. Esta doctrina se estableció para determinar si un individuo ha sido o no santificado y lleno con el Espíritu Santo. (Fuente: http://en.wikipedia. org/wiki/ Charles_Parham)
¿Cómo sabe uno que ha sido santificado? Bueno, así como Lutero y Wesley sintieron que fueron justificados, aquellos que fueron santificados realmente lo sienten. Aquí está un extracto del libro “Las pequeñas sectas de América”. Este libro describe los comienzos del movimiento carismático en uno de los más grandes avivamientos americanos, el avivamiento Cane River:
“En este movimiento apareció cierto fenómeno único entre el automatismo motor. (Movimientos neuromusculares del cuerpo humano coordinados por la acción de la mente y que se ejecutan inconscientemente). Uno de estos fenómenos fue la Risa Santa. Otro fue el de los “ladridos”: los devotos caían en sus cuatro extremidades, formando un grupo reunido al pie de un árbol ladrando y crujiendo como perros. Este ejercicio fue llamado arrinconar al diablo.
El más extremo y notable de todos estos paroxismos fue el famoso “Jerks” (Sacudidas). El ataque apoplético era experimentado por grandes números. La víctima se sacudía en cada articulación, el cuerpo era violentamente doblado en dos, la cabeza se tiraba hacia adelante y hacia atrás de un lado a otro con gran rapidez. El cuerpo caía al suelo donde saltaba de un lugar a otro como una bola, o los pies eran afectados y la víctima saltaba alrededor como una rana… p. 93”.
Como protestante en tu teología (tú podrías argüir que no lo eres, pero si tú crees en la justificación solamente por la fe, entonces lo eres por mérito) realmente no eres diferente a tu hermano pentecostal. ¿Por qué? Porque él está creyendo en la misma teología de salvación sentimentalmente orientada en la que tú crees.
En resumen, - la doctrina de la evidencia inicial es la mutación inevitable de la enseñanza luterana de la justificación por la fe. Hay serios errores, no solamente con las enseñanzas sobre la salvación de los movimientos pentecostales, sino también con todos los movimientos de salvación evangélicos y protestantes. Cada uno de estos grupos tiene sus raíces en Lutero y en la Doctrina de la Justificación por la Fe, una doctrina en la que se nos enseña a confiar en un sentimiento para nuestra salvación. Si nuestros sentimientos son la base para nuestra salvación, entonces mejor dejemos que los ladridos comiencen.
Para poner todo esto en un único pensamiento condensado. Yo simplemente diría que las enseñanzas de Lutero acerca de la salvación llevaron a la doctrina de la evidencia inicial. Lutero supo que él era salvo porque el experimentó un momento en el cual comprendió y entendió la salvación. Wesley supo que Dios había trabajado en su corazón porque él experimentó un momento en donde percibió que él confiaba en Cristo, y un sentimiento de seguridad le fue dado. De la misma manera, los movimientos carismáticos enseñan que la evidencia del Espíritu Santo es una experiencia intensa de sensaciones tales como hablar en lenguas o ser caer en el espíritu.
Antes de que Wesley partiera, reconoció que él enseñó un mensaje de salvación engañoso, un mensaje en cual los sentimientos en vez de las obras son la base para la salvación. Lutero enseñó que un hombre es justificado por las fe sin las obras. Casi tres siglos después, cuando Wesley llegó a la escena, él vio el “efecto secundario” (fall-out) de la enseñanza de la Justificación por la fe de Lutero. Cuando Wesley llegó a la escena, él reconoció que había una falta de santidad en las iglesias, y que gastó su vida entera combatiendo esto.
El problema es que Wesley (para arreglar las enseñanzas de Lutero) simplemente trató de añadir una experiencia adicional a la Justificación por la Fe de Lutero. Le tomó a Wesley casi toda su vida reconocer que eso no funcionaba - antes de morir reconoció que el problema no era solamente una falta de santidad; era el mismo evangelio que él estaba predicando. Wesley reconoció que el mensaje de la justificación por la fe era la razón por la cual las personas no estaban viviendo en santidad - pues ellos estaban confiando en una experiencia particular - un momento particular como la base para su salvación.
Creo que Wesley lo resumió tan claro como usted puede hacerlo; y no sé si yo pueda añadir algo a lo que él dice en el extracto mencionado anteriormente. Aún así, hay un comentario que me gustaría hacer. Wesley dijo que la “salvación no es por el mérito de las obras, sino por las obras como una condición”.
¿Qué quiere decir él con esto - no por los méritos de las obras sino condicionado por las obras? ¿Quiere esto decir que Wesley creía que la salvación está condicionada por nuestras obras/obediencia antes que pueda ser recibida? ¿Cómo más podríamos entenderlo? ¿Acaso esto no está en línea con 1 Juan 1.7: “Éste es el mensaje hemos oído de Él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él. Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”, y cientos de otras Escrituras cono éstas?
Es asombroso, Wesley en efecto reformó su mensaje antes de morir; de un mensaje en el cual enseñó a la gente a recibir justificación (ser salvo) y entonces caminar en obediencia, a un mensaje en el cual enseñó que uno debe obedecer antes de tener la salvación. Quizás Wesley reconoció que su primer mensaje, el mensaje de la justificación por la fe sólo engañaba a las personas. Piense en eso… ¿Por qué yo debería vivir una vida santa si ya he sido salvo? Si ya he sido salvo, entonces la santidad y la obediencia son solamente una actividad extracurricular. Cuando Wesley vio que eso no funcionaba, él tuvo que darse cuenta de que la salvación está condicionada por la respuesta obediente del hombre a Dios.
Lo triste de todo esto es que en el momento en que Wesley vio lo que sus enseñanzas estaban haciendo, éstas ya habían hecho su daño. Y por la época en que el Gran Despertar envolvió sus enseñanzas (de las cuales él se había retractado), estás se arraigaron en la teología evangélica, y en 1909 fueron llevadas al movimiento pentecostal, proveyendo el cimiento para la doctrina de la evidencia inicial. Y con esta doctrina la más engañosa afirmación acerca de la salvación fue hecha - que si tú has hablado, tu debes ser salvo, y no importa si eres un fornicario, adúltero o borracho, porque si tú hablas en lenguas es porque ¡tienes el Espíritu Santo! ¿Qué podría ser más engañoso? Murmura alguna jerigonza en la iglesia los domingos y eres cristiano… (Lea Hechos 5. 32).
La enseñanza pentecostal de la evidencia inicial no es realmente más que una forma exagerada del mensaje de la mayoría de los evangélicos y protestantes: confiar en una experiencia donde tú tienes “fe”. ¿Qué podría ser más engañoso? (Lea Juan 14). Pienso que el hermano Wesley, al hacer claros estos puntos, nos lleva a prestarle atención a nuestra doctrina, como él nos ha amonestado.

-Brian Gray
BRAIN GRAY