miércoles, 3 de abril de 2013

La relación de obediencia, amor y fe:¿Cómo concuerdan Pablo y Santiago? 2 da parte

si no ha leído la primera parte haz clic aquí:como concuerdan pablo y santiago  PARTE 1

La relación de obediencia, amor y fe (2)


En la lección 1 hablamos del ejemplo de Jesús en que compara a nosotros, los cristianos, a los pámpanos en la vid. Hablamos de que con ese ejemplo él enseña que para que seamos salvos al fin, es necesaria una relación con él de obediencia, amor y fe. No podemos afirmar que lo amamos y a la vez desobedecer sus mandamientos porque él nos dice: »Si me amáis, guardad mis mandamientos». Juan 14:15

Creer

Hablamos también de la palabra ―creer‖ en griego. Notamos que en el griego se relaciona muy estrechamente con la palabra ―obedecer‖. Se puede pensar que hay un enlace entre las dos palabras.

Los discípulos de Jesús:

Sigamos ahora a los discípulos. Permítame hacerle una pregunta. ¿Quiénes eran los tres líderes mayores de la iglesia en su comienzo? Me refiero al día de Pentecostés y los cinco años siguientes. Creo que todos diríamos que los tres líderes más destacados eran Pedro, Juan y Santiago, el medio hermano de Jesús.
 Hay personas que creen que los doce apóstoles nunca comprendieran bien las enseñanzas de Jesús. Creen que fallaron y que por lo mismo, era necesario que Jesús usara a Pablo para aclarar todo.
 El hecho de que el libro de los Hechos fuera escrito por Lucas, el compañero de Pablo, refuerza este concepto erróneo. Tenemos la tendencia de creer que es la historia de los primeros diez o veinte años de la existencia de la iglesia. Pero no es ése su propósito. Es la historia de cómo Dios ofreció el evangelio a los gentiles. El propósito principal del libro es ése.
A excepción de unos pocos capítulos en el principio que tratan de Pedro, Juan y los apóstoles en Jerusalén, trata principalmente de los viajes de Pablo porque Lucas viajó con él. No viajó con Pedro, ni Tomás, ni ninguno de los otros. Además, Pablo nos dejó más cartas que los otros doce apóstoles juntos. (Al hablar de doce, incluyo a Matías.)
La verdad del caso es que Jesús usó mucho cuidado al escoger a sus apóstoles. Todos menos Judas cumplieron fielmente su comisión de hacer discípulos de personas de todas las naciones. Todos salieron y difundieron el evangelio a todas partes del mundo antiguo. Todos menos Juan murieron como mártires. Él sufrió como siervo fiel; fue condenado a las minas en la isla de Patmos. Si quiere leer más de lo que hicieron en realidad los doce apóstoles, le recomiendo
Eusebius’ History of the Church (―La historia de la iglesia por Eusebio‖); también el libro Search for the Twelve Apostles (―La búsqueda por los doce apóstoles‖). Scroll Publishing le ofrece los dos.
El muro de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. Apocalipsis 21:14
 Apocalipsis 21:14 dice que el muro de la Nueva Jerusalén tiene doce cimientos. Dice que en los doce cimientos aparecen los nombres de los doce apóstoles. Jesús edificó su iglesia sobre los apóstoles. Ellos no fallaron.

El testimonio de Pedro:

Ciertamente, Pedro era la figura más destacada. Era el líder en el día de Pentecostés. En Pedro moraba ya el Espíritu Santo. Él es el primero en darnos una explicación clara de cómo llegamos a ser pámpanos en la vid de que hablaba Jesús: 36 »Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha hecho Señor y Cristo». 37 Al oír esto, se compungieron de corazón y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: —Hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: —Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Hechos 2: 36-38
 Por medio de creer, arrepentirse, experimentar un cambio de corazón y ser bautizado con el bautismo cristiano. Ésta es la manera normal de llegar a ser unido a la vid de Jesucristo.
34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: —En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que lo teme y hace justicia. Hechos 10:34-35
 Eso no concuerda con el evangelio de Martín Lutero: crea solamente o tenga fe solamente.
 Pedro dijo no; hay razón de temerlo. Jesús no es San Nicolás. Es Señor nuestro, y quiere ver que hagamos justicia.
Además, es interesante notar que Jesús no usó a Pablo, sino a Pedro para abrir la puerta de la salvación a los gentiles. Es notable que unos pocos versículos más adelante, en el versículo 43, Pedro dice: 43 De esto dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creen recibirán perdón de pecados por su nombre. Hechos 10:43
 Hace un momento habló de todos los que lo temen y hacen justicia.
Ahora habla de todo el que cree.
 En el griego, ―obedecer‖ y ―creer‖ tienen una relación muy estrecha.
 Por eso Pedro no siente que se contradiga al hablar en cierto momento de los que hacen justicia, y en otro de los que creen en él. Creer presupone hacer lo que le manda la persona en quien cree.
13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado. 1 Pedro 1:13
 Este versículo puede ser una de las razones por las cuales a Martín Lutero le gustó 1 Pedro. Allí mismo en el primer capítulo Pedro habla de la gracia.

La gracia

Vamos a detenernos un momento para hablar de la palabra gracia. La mayoría de nosotros, los cristianos, la conocemos solamente como un término teológico. El responsable principalmente de eso es Martín Lutero. Cuando lo usaron Pedro, Pablo y los otros discípulos, era simplemente un término corriente. En el primer siglo, la mayoría de los cristianos eran analfabetos. No les escribió Pablo en un griego culto con términos muy técnicos. Tampoco lo hizo Pedro, ex pescador. Usaron la lengua vernácula, entendida por el hombre medio.

La palabra ―gracia‖ en griego es sencillamente charis que significa favor, benevolencia, buena voluntad, o una bondad inmerecida. Se usaba bastante en el habla. Somos salvos por medio de la gracia porque somos salvos por medio de la inmerecida bondad de Dios. Es un favor de parte de Dios; él nos ayuda, o nos muestra su buena voluntad. El término griego, charis no incluye nada que lo diste de la obediencia ni que cause una inconsecuencia con ella. Dios puede dar la charis al que desea. Fundamentalmente, escoge dar su charis, su gracia, a los que permanecen en la vid de Cristo con una obediencia fiel.
Unirse a la vid no necesariamente exige obediencia alguna. Exige la fe y el arrepentimiento. Por medio de la gracia llegamos a ser pámpanos en esta vid. Repito: Dios no da esa gracia inicial a cualquiera, sino solamente a los que tienen fe y se arrepienten. Por otra parte, la gracia o charis está correctamente puesta en contraste con el pago. Si usted gana algo, no tiene necesidad de la gracia. Tiene derecho a su pago; no es un regalo. Pero la salvación es un regalo siempre. Nunca la podemos ganar nosotros.
Sigamos con lo que dice Pedro:
14 Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia, 15 sino, así como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, 16 porque escrito está: «Sed santos, porque yo soy santo». 17 Si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación. 1 Pedro 1:14-17
 De nuevo, ¿con cuál ejemplo concuerda esto: el de Lutero o el de Jesús? Jesús dijo que tenemos que permanecer en esta vid. Incluye la obediencia. Habrá obras visibles; no serán obras en un esfuerzo de ganar mérito, sino obras de obediencia, obras de fe.
Es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Y «Si el justo con dificultad se salva, ¿qué pasará con el impío y el pecador?» 1 Pedro 4:17-18
 Nuevamente, ¿con cuál evangelio concuerda eso? ¿Concuerda con el evangelio de Jesús o el de Martín Lutero?
20 Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellos son vencidos, su último estado viene a ser peor que el primero. 21 Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia que, después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. 2 Pedro 2:20-21 RVR
 Lutero trató de hacer caso omiso de 2 Pedro, junto con otros libros. Él dijo que no precisa leer 2 Pedro, sólo 1 Pedro. Es posible extraviarnos, volvernos al cieno donde estábamos. Si eso hacemos, terminaremos peor que si nunca hubiéramos conocido a Cristo.
 Eso concuerda exactamente con lo que habló Jesús de ser pámpanos en esta vid. Si no llevamos fruto, nos van a cortar y nos van a echar en el fuego, al igual que un pámpano seco.
5 Por esto mismo, poned toda diligencia en añadir a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Si tenéis estas cosas y abundan en vosotros, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9Pero el que no tiene estas cosas es muy corto de vista; está ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección, porque haciendo estas cosas, jamás caeréis. 11 De esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 2 Pedro 1:5-11Esto nos recuerda las palabras de Jesús en Lucas 13:22-28. Nos dice: —Esforzaos a entrar por la puerta angosta.Le animo a leer las epístolas enteras de 1 y 2 Pedro.

Pasemos ahora a considerar al apóstol Juan, que tenía una relación tan íntima con Jesús.

El testimonio de Juan

16 De su plenitud recibimos todos, y gracia sobre gracia, 17 porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. Juan 1:16-17
 No existe ninguna inconsecuencia entre la gracia y la parábola de Jesús que enseña que somos pámpanos en la vid. Como hemos dicho, llegamos a ser unidos a la vid por medio de la gracia, y por ella permanecemos en la vid. Al final, si hemos sido fieles en permanecer en la vid, recibiremos más gracia de Dios. En ningún momento la ganamos ni la merecemos del todo.
 Las escrituras nunca hacen contraste entre la gracia y la obediencia a Cristo. Siempre muestran la gracia contra la Ley de Moisés así como lo dice Juan aquí.
Las epístolas de Juan son casi una repetición de las palabras de Jesús en la Última Cena. Por ejemplo, 1 Juan 2:3–5:
3 En esto sabemos que nosotros lo conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4 El que dice: «Yo lo conozco», pero no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en él. 5 Pero el que guarda su palabra, en ese verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 1 Juan 2:3-5
 Así que, ¿cómo sabemos que estamos unidos a la vid? Si guardamos sus mandamientos.
 Si hacemos caso omiso de sus mandamientos, nos engañamos si nos creemos estar unidos a la vid de Jesucristo.
10 En esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano, no es de Dios. 1 Juan 3:10 
 Es sorprendente que Martín Lutero aprobara el libro de 1 Juan. Quizá se debe a que se puede hallar en él muchos textos de comprobación. Se encuentra una oración aquí, otra allá que se puede usar arbitrariamente para comprobar algún punto de vista. Pero si se lo lee todo, se ve que confirma fuertemente la salvación por medio de una relación con Jesucristo de obediencia, amor y fe (la vid y los pámpanos).
1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró ama también al que ha sido engendrado por él. 1 Juan 5:1
 A Martín Lutero le gustaría detenerse allí mismo: ―Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios‖. ¡Aleluya! Pero Juan sigue:
2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos, 3 pues este es el amor a Dios: que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 1 Juan 5:2-3
 Cuando la gracia de Dios fluye por las venas y habita en el alma, nos damos cuenta que el yugo de Jesucristo es fácil. Es ligero aunque, a la vez, exige sacrificio de parte nuestra, ya que tenemos que dar muerte a la carne.
6 Y este es el amor: que andemos según sus mandamientos. 2 Juan 6

 Le animo a leer las tres cartas de Juan


El testimonio de Santiago

Llegamos ahora al tercer líder destacado en los primeros años de la iglesia: Santiago, medio hermano de Jesús
P. ¿Nos daremos cuenta de que es éste que no sincroniza con los demás?
Pasemos por el libro a ver. 12 Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corono de vida que Dios ha prometido a los que lo aman. Santiago 1:12

 ¿Concuerda esto con la relación de obediencia, amor y fe? ¿Concuerda con la idea de estar unido a la vid, ser pámpano que puede ser cortado si no somos fieles?
 No dice que ya hemos resistido, que se terminó la batalla. Dice: cuando haya resistido, habiendo soportado la tentación.
22 Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Santiago 1:22
 Esto nos recuerda lo que dijo Jesús al final del Sermón del Monte en Mateo 7:24-27.
12 Así hablad y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Santiago 2:12
 Ésa es una expresión interesante: ―la ley de la libertad‖. A primera vista, hablar de la ley de la libertad pudiera parecer contradicción entre sí, pero de ninguna manera lo es.

 Piense en los que llegaron a la América en busca de la libertad. ¿Se suponían ellos que en este país nuevo con un gobierno nuevo vivirían sin ley alguna? Claro que no. Sabían que habría leyes, pero serían leyes del pueblo libre.
 De igual manera, nosotros estamos sujetos a leyes. Como cristianos, somos sujetos a mandamientos, pero son las leyes de personas libres. Hemos sido librados de la esclavitud a Satanás y al pecado por medio de Jesucristo. Somos librados de la carga de la Ley mosaica. Pero sí, hay mandamientos por los cuales se nos va a juzgar. Nos queda un juicio por delante.
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguien dice que tiene fe y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarlo? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y saciaos», pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, está completamente muerta.
18 Pero alguno dirá: «Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras». 19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
20 ¿Pero quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras está muerta? 21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras y que la fe se perfeccionó por las obras? 23 Y se cumplió la Escritura que dice: «Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia», y fue llamado amigo de Dios. 24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe.
25 Asimismo, Rahab, la ramera, ¿no fue acaso justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26 Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta. Santiago 2:14-26 RVR—1995

 ¿Cuál es el significado de ―obras‖ en el escrito de Santiago? Del contexto queda patente que se refiere a obedecer a los mandamientos de Dios, o de los hechos que nacen de una fe viva.
 Note que en el versículo 19 Santiago habla de la clase de creencia que significa suponer o pensar. En el versículo 23 habla de la clase de creencia que significa tener confianza en la declaración o en la promesa de otro.
 A menudo los comentadores dicen que Santiago dice solamente que si tiene la fe verdadera, se mostrará por sus obras. Si eso querría decir Santiago, no le hubiera costado decirlo, ¿verdad que no? Escribe de una manera muy clara; no habla en términos imprecisos ni emplea ideas abstractas.
 Lo cierto es que hay muchos que creen que Jesucristo murió por sus pecados. Muchos creen que han sido salvos. Muchos creen que si mueren hoy en la noche, es seguro que van al cielo. Pero muchos de estas mismas personas tienen por detestables y gravosos a los mandamientos de Jesús. El problema no es que les falte fe; les falta amor. Repito lo que dijo Jesús: ―Si me amáis, guardad mis mandamientos‖. Y como lo dijo Juan, sus mandamientos no son gravosos si lo amamos.
9 Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; el Juez ya está delante de la puerta. Santiago 5:9 RVR—1995
 Aún somos pámpanos en la vid; aún se nos puede cortar.
19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad y alguno lo hace volver, 20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados. Santiago 5:19-20
 Sí, el que está unido a la vid puede apartarse de la verdad y perder el alma por la muerte eterna.
P. ¿Hemos leído algo en Santiago que contradiga de alguna manera las enseñanzas de Jesús?
P. ¿Hay una pizca de diferencia entre su evangelio y el de Jesucristo?

Pues bien, no hay ninguna.
 No tenemos que luchar con hacer concordar Santiago y Cristo: los dos dicen lo mismo. Ya resolvimos la mitad de la tarea de hacer concordar a Pablo y Santiago.

 No tenemos que cambiar nada en el evangelio de Santiago. Tampoco hay que justificar nada porque él enseñó el mismo evangelio que enseñó Jesús. En realidad, Santiago predicaba el evangelio de Cristo mientras Pablo aún perseguía a los cristianos. No fue Pablo que presidió en la asamblea en Jerusalén, sino Santiago.
 Santiago entendió bien el evangelio porque Cristo, en su cuerpo glorificado, le había aparecido mientras aún estaba en la tierra después de la resurrección. No había diferencia alguna entre lo que enseñaba Santiago y lo que enseñaban Pedro y Juan. Como dije antes, es de aun más importancia el hecho de que no hay diferencia entre lo que enseñaba él y lo que enseñaba Jesús.

El testimonio de Pablo

Es inconcebible que Pablo enseñara un evangelio distinto al de Jesucristo, o que enseñara de manera diferente a la de Santiago y los apóstoles que fueron tan útiles en poner el fundamento a la iglesia cristiana en los primeros años.
A continuación hay varios pasajes de los escritos de Pablo. Muestran claramente que él, al igual que Pedro, Santiago y Juan, enseñó que somos salvos por medio de mantener una relación con Jesucristo de obediencia, amor y fe (la vid y los pámpanos).
Estos pasajes también demuestran claramente que Pablo conocía y enseñaba los tres aspectos temporales de la salvación; los aspectos pasados, presentes y futuros de la salvación. Y él los enseñaba de la misma forma que Jesús los exponía, no de la forma que los teólogos evangélicos los exponen en la actualidad. Estos pasajes que vamos a citar aquí demuestran esto con claridad.
Comenzaremos con Romanos, el libro favorito de Martín Lutero. Romanos es el libro que supuestamente enseña que somos salvos solamente por fe, y que la obediencia no desempeña ningún papel en la salvación. De alguna manera, Martín Lutero debe de haber pasado por alto Romanos 2:3-11:
3Y tú, hombre, que juzgas a los que hacen tales cosas y haces lo mismo, ¿piensas que escaparás del juicio de Dios? 4¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y generosidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria, honra e inmortalidad; 8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia.
9Tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, sobre el judío en primer lugar, y también sobre el griego; 10en cambio, gloria, honra y paz a todo el que hace lo bueno: al judío en primer lugar y también al griego, 11porque para Dios no hay acepción de personas. Romanos 2:3-11 RVR—1995
 ¿Acaso dijo Pablo que una vez que somos salvos no queda nada por hacer, que vivir de manera impía más adelante no tendrá efecto sobre la salvación? No, no dijo tal cosa.

9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? ¡De ninguna manera!, pues hemos demostrado que todos, tanto judíos como gentiles, están bajo el pecado. 10 Como está escrito:

«No hay justo, ni aun uno; 11 no hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Romanos 3:9-12
 Ahora bien, Martín Lutero quiere que creamos que no hacemos ningún bien ni aun después de entregarnos a Cristo. Quiere que creamos que todos somos depravados aún. Pero en el capítulo anterior, Pablo acaba de decir que la vida eterna llega ―a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria, honra e inmortalidad.‖ Romanos 2:3-11
 Así que, en Romanos 3 habla del estado del incrédulo. Habla del estado en que nos encontramos al nacer; no hay ningún justo. Todos necesitamos la salvación de Jesucristo. Todos tenemos que ser pámpanos en la vid si nos hemos de salvar.
8 Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Con mucha más razón, habiendo sido ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira, 10 porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Romanos 5:8-10
 Él se refiere al pasado: Cristo Jesús nos ha salvado; estamos unidos a la vid. Por medio de su vida, si seguimos viviendo a manera de Cristo, si seguimos en comunión con él, si permanecemos en la vid y producimos fruto, ―seremos salvos‖. Éste es el aspecto futuro.

8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Romanos 8:1
 No puedo decirle cuántas veces he escuchado que alguien cite esta frase o la escriba en los himnos, sin incluir la última parte de lo que Pablo escribió aquí. La última parte de la oración dice:
8:1 los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:1 RVR—1995
Pablo sigue hablando: 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3Lo que era imposible para la Ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne, 4para que la justicia de la Ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 5 Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Romanos 8:2-6

 Si bien Pablo dijo eso, hay muchos libros que hablan de los cristianos carnales. Dicen que son salvos a pesar de que Cristo no sea el centro de su vida. Pablo dice que eso no es cierto; que el ocuparse de la carne es muerte

20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. Así que no te jactes, sino teme, 21 porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad, pues de otra manera tú también serás eliminado. 23 Y aun ellos, si no permanecen en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. Romanos 11:20-23 RVR—1995
 Esto concuerda perfectamente con lo que dijo Jesús en el ejemplo de la vid y los pámpanos.

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? 1 Corintios 6:9

 ¿Es cierto que no hay ni un justo? Si es sí, ¿cómo pudo decir Pablo que los injustos no heredarán el reino de Dios? Eso significaría que ninguno de nosotros lo heredará.

 Pablo citó del Antiguo Testamento cuando dijo que no hay ningún justo. ¿No se refiere a los que no han sido salvos por Jesucristo? ¿No quiere decir él que no hay nadie justo, que no hay nadie que puede hallar la salvación por medio de su propias buenas obras?

De nuevo, dice: No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 1 Corintios 6:9-10

19 La circuncisión nada significa, y la incircuncisión nada significa; lo que importa es guardar los mandamientos de Dios. 1 Corintios 7:19
15 Y él por todos murió, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 2 Corintios 5:15
6:1 Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. 2 Corintios 6:1
 Sí, es posible ser salvo por su gracia y, sin embargo, recibirla en vano si no permanece en la vid.
5 Examinaos a vosotros mismos, para ver si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos? ¿No sabéis que Jesucristo está en vosotros? ¡A menos que estéis reprobados! 2 Corintios 13:5

Extrañamente, hoy día hay cristianos santurrones que citan este slogan:
Si está 99 % seguro que está salvo, está 100 % perdido.
 Ni Jesús ni Pablo dijo tal cosa. Pablo nos manda examinarnos. Debe estar 100 % seguro de que se le salvó, que nació de nuevo, y que se unió a la vid de Jesucristo. Pero después debe examinarse a continuo.
 ¿Estoy en la vid aún? ¿Estoy creciendo y produzco fruto? ¿Está Jesús en mí aún? ¿O me he vuelto carnal? Pablo nos anima a examinarnos, no a ser santurrones y creer que hemos logrado la perfección.
19 Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lujuria, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21
7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará, 8 porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 9 No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gálatas 6:7-9
 Aún está por delante el aspecto futuro de la salvación.
7 En él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia. Efesios 1:7 RVR—1995

Ahora bien, ¿acaso el ejemplo que dio Jesús de la vid niega el hecho de que somos redimidos por medio de la sangre de Cristo, de que nuestros pecados son perdonados, y de que hemos heredado estas riquezas de la gracia?

¡De ninguna manera! Como hemos dicho, nadie puede unirse a la vid de Jesucristo por medio de su propia justicia. Es por medio de la gracia de Dios. Es porque hemos sido redimidos por la sangre derramada de Jesucristo que nos salvó.
 Muchos cristianos prefieren concentrarse en el aspecto pasado de la salvación. No quieren concentrarse en el presente ni en el futuro.
 Es cierto que necesitamos la gracia de Dios en el presente. La necesitaremos también en el futuro porque en ninguna etapa de la vida nos habremos ganado la salvación. Pero queda firme el hecho de que Cristo exige que andemos en obediencia a él.
5 Sabéis esto, que ningún fornicario o inmundo o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. Efesios 5:5-6
 ¿Cuántas veces tiene que decir esto Pablo?
11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira, 12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. 2 Tesalonicenses 2:11-12 RVR—1995
 Parece que hoy día la iglesia está en esta condición. Parece que Dios les ha enviado este poder engañoso y que las personas quieren creer la mentira. Quieren creer que es posible vivir sin obedecer a Jesucristo y que de alguna forma él es su Salvador sin ser su Señor.
8 Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo. 1 Timoteo 5:8
 Esto se parece mucho a lo que dijo Pedro. ¿Cómo pudiera ser cierto esto si la persona que una vez se salvó, es salvo para siempre?
11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 12 si sufrimos, también reinaremos con él; si lo negamos, él también nos negará; 13 si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo. 2 Timoteo 2:11-13
 Hagamos lo que hagamos, la naturaleza de Dios es siempre la misma. Pero Pablo nos dice que si lo negamos, él nos negará. De nuevo, éste es el aspecto futuro de la salvación.

Hasta este punto, ¿ha habido algún conflicto entre Pablo y Santiago?

Creo que hay que reconocer que no ha habido ninguno.

 Los dos enseñan la salvación por medio de una relación con Jesucristo de obediencia, amor y fe (la vid y los pámpanos).
 Los dos enseñan que, una vez salvos y unidos a la vid, si no vivimos de manera obediente y piadosa, no heredaremos el reino de Dios.
 Ninguno de los dos niega que la gracia de Dios sea imprescindible en los tres aspectos de la salvación: pasado, presente y futuro.
Sin embargo, quizá piensa: Es cierto, pero no hemos leído ninguno de los pasajes de Pablo en los cuales dice claramente que somos salvos por fe, no por obras. Usted ha hecho lo mismo que hacen los que usted critica: ha hecho caso omiso de todos esos versículos. No, en absoluto. Vamos a ver ahora esos versículos, los que han hecho bien conocidos Agustín, Lutero y los protestantes evangélicos modernos. Ahora bien, si los que promueven esos versículos lo han hecho de manera honrada, tenemos un verdadero problema. Eso porque el evangelio creado con esos versículos contradice directamente lo que enseñó Jesús. Contradice directamente las enseñanzas de Pedro, Santiago y Juan. También contradice a todos los pasajes de los escritos de Pablo que acabamos de leer. Pero, de seguro que el Espíritu Santo no nos da por palabra de Dios un montón de contradicciones. ¿Significa eso que tenemos que justificar hábilmente los otros versículos? ¡Jamás! La respuesta no se halla en justificar nada. La respuesta se obtiene por medio de permitir que las escrituras se expliquen.
 Regla número uno: Para interpretar cualquier documento, es necesario siempre prestar atención al contexto. Si se está en busca de la verdad, nunca se separa del contexto la declaración. Eso lo hizo Martín Lutero. No hizo caso alguno del contexto de los escritos de Pablo. De ese modo creó todo un evangelio nuevo que contradice directamente a Jesucristo.

¿Cuál fue el contexto de la mayoría de las cartas de Pablo?

Pues, al principio de sus cartas explica de cuales temas hablará. El libro de los Hechos aclara bien qué pasaba en las iglesias en ese entonces.
 El punto en cuestión era que muchísimos gentiles se convertían. Entraban en gran número en la iglesia. Pero muchos de los judíos creían que, para ser cristianos, los gentiles tenían que circuncidarse y cumplir la ley de Moisés. Esto echó una gran carga sobre los gentiles y pasó por alto el hecho de que Cristo había cumplido la ley de Moisés.

 Pablo escribió casi todas sus cartas a las congregaciones en ese contexto. Habla del asunto de si los gentiles tuvieran que circuncidarse y vivir según la Ley mosaica. Hace ver que ni los cristianos judíos llegaron a ser pámpanos en la vid de Jesucristo por medio de guardar fielmente cada ―jota y tilde‖ de la Ley mosaica. De hecho, no la estaban guardando tan fielmente.
 Se salvaron por medio de la gracia por su fe en Jesucristo. Uno no se salva por medio de una relación con Jesús de obediencia, amor y fe y, además, por medio de guardar la Ley mosaica. Se salva simplemente por medio de una relación con Jesucristo de obediencia, amor y fe. Hemos sido librados de la Ley mosaica con su esclavitud a reglas interminables.

Cuatro metodologías adulteradas
En la primera parte mencioné cuatro metodologías erróneas que produjeron el evangelio de sólo creer que se enseña hoy día. Estas metodologías han creado la aparente contradicción entre Santiago y Pablo.
1) Negar la importancia debida a las enseñanzas de Jesús.

2) Comprobar cierto sistema por medio de usar textos determinados.

 Esto se refiere a usar unos versículos de un lugar, otros de otro, sin prestar atención al contexto. Tampoco se toma en cuenta toda la enseñanza del Nuevo Testamento.
3) Transformar en teólogos a los escritores del Nuevo Testamento, lo cual no eran. Cambiar, además, en términos especializados teológicos sus palabras comunes y corrientes.
 Antes hablamos de la palabra gracia (charis)
Una palabra más:

Justificar – Ésta era una palabra corriente en el griego que significa sencillamente considerar justo a alguien o atribuirle justicia.
 Ésta no es una palabra teológica. Es un término de uso común que se usaba en el griego corriente al hablar de considerar justo o no a otro.
4) Traducciones de la Biblia y obras de consulta adulteradas.
 Cuando las primeras cinco o seis generaciones de cristianos de habla inglesa leían la Biblia King James (Rey Santiago), de inmediato comprendían que Pablo hablaba de la Ley mosaica. Eso se debía a que la palabra ―Ley‖ se escribía con mayúscula (así como se escribe ahora en la RVR—1995). Ahora bien, el griego se escribía originalmente con sólo letras mayúsculas. Por eso el traductor tiene que decidir cuál palabra escribir con mayúscula, y cuál con sólo minúscula. Vamos a notar que el contexto de las cartas de Pablo hace patente que él no habla de la ley en general. Cuando se habla de la ley corriente, se escribe con la ―l‖ minúscula. Pero Pablo habla específicamente de la Ley de Moisés, y como tal, se escribe con la ―L‖ mayúscula.
 Pero, si usted usa una Biblia corriente versión King James (Rey Santiago) o la nueva versión King James (Rey Santiago), se va a dar cuenta de que en Romanos y en las otras cartas de Pablo la palabra ―Ley‖ no se escribe con mayúscula, ni siquiera al referirse claramente a la Ley mosaica. Eso se debe a que la versión King James (Rey Santiago) se ―revisó‖ en 1769. En esa ―revisión‖ el Dr. Benjamín Blayney se atrevió a cambiar deshonradamente la ―L‖ mayúscula por la ―l‖ minúscula al escribir ―Ley‖.
20 Porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de él, ya que por medio de la Ley es el conocimiento del pecado.
21 Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la Ley y por los Profetas: 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, 24 y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con miras a manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley. 29 ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles, 30 porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. 31 Luego, ¿por la fe invalidamos la Ley? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos la Ley. Romanos 3:20-31 RVR—1995

¿En cuál contexto habla Pablo de ser justificados por obras o por la fe?

¡El contexto es el de la Ley mosaica!
 Él afirma que ni aun los judíos mismos se salvan por la Ley, y no deben intentar sujetar a los gentiles a servidumbre bajo la Ley. Dios justificará a circuncisos como a incircuncisos por medio de la fe.
 Él dice que no invalidamos la Ley. La confirmamos; eso lo dijo Jesús. La Ley no desaparecerá sin cumplirse; se cumplirá.
Antes leímos Romanos 4:1-5. A primera vista, este pasaje parece contradecir a Santiago: 4:1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? 2 Si Abraham hubiera sido justificado por las obras, tendría de qué gloriarse, pero no ante Dios, 3 pues, ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios y le fue contado por justicia. 4 Pero al que trabaja no se le cuenta el salario como un regalo, sino como deuda; 5 pero al que no trabaja, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. 6 Por eso también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, 7 diciendo:







«Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. 8 Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de pecado».

9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión.
11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo cuando aún no había sido circuncidado, para que fuera padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
13 La promesa de que sería heredero del mundo, fue dada a Abraham o a su descendencia no por la Ley sino por la justicia de la fe, 14 porque si los que son de la Ley son los herederos, vana resulta la fe y anulada la promesa. 15 La ley produce ira; pero donde no hay Ley, tampoco hay transgresión.
16 Por eso, la promesa es fe, para que sea por gracia, a fin de que sea firme para toda su descendencia, no solamente para la que es por la Ley, sino también para la que es de la fe de Abraham. Él es padre de todos nosotros, 17 como está escrito: «Te he puesto por padre de muchas naciones». Romanos 4:1-17 RVR—1995

¿A qué se refiere Pablo al decir que Abraham fue justificado por fe, no por obras?
Se refiere específicamente a la circuncisión.
 Que Dios consideró como justo a Abraham a causa de su fe.

Ahora bien, ¿fue la fe de Abraham sólo consentimiento mental; creyó él en Dios conforme a la primera definición de creer que mencionamos antes?

No, creyó conforme a la segunda definición de creer.


 Dejó a su hogar y pasó el resto de su vida como nómada. Vivía en tiendas y viajaba a una gran tierra lejana. En fe lo hizo todo, y en fe estaba dispuesto a ofrecer en holocausto a su hijo Isaac.
 El punto de Pablo es que a Abraham se le contaba por justo antes de que hiciera el pacto con Dios de la circuncisión. En el principio Abraham no fue circuncidado. Dios le mandó circuncidarse después de haberlo dado por justo.
 La razón por la cual es importante que seamos dados por justos, o que seamos justificados, o que se nos cuente por justos es que después de la caída de Adán, nadie es totalmente justo.


Así que, Pablo y Santiago no se contradicen porque hablan de dos asuntos del todo distintos.
 Pablo habla de la obra de la circuncisión, y en gran parte, de las obras de la Ley mosaica. Pero aquí la circuncisión fue su tema en particular.
 Santiago habla de las obras de obediencia a Jesucristo, o las obras de la fe. Se refiere a esa relación con Cristo de obediencia, amor y fe.
 Así que, no es necesario justificar ni a Pablo ni a Santiago. Simplemente, note de qué hablan. Hablan de dos asuntos distintos.

 Yo creo que el gran pecado de Martín Lutero fue convertir en teólogo a Pablo, como si diera un discurso en abstracto sobre la salvación. Desde aquel entonces, todos consideramos así a Pablo, porque así se lo presentan en casi todo diccionario bíblico, comentario, enciclopedia bíblica, sermón, o lo que sea. Pero Pablo no era un teólogo que hablaba de lo abstracto. Era hombre práctico, tratando un asunto práctico. Estaba estableciendo a iglesias o reforzando iglesias establecidas por otros. Testificaba a los gentiles quienes, al entrar en la iglesia, los hermanos judíos les decían que era necesario circuncidarse y obedecer la Ley de Moisés si iban a ser parte de la iglesia. Por esta razón escribió Pablo sus cartas. No las escribió para dialogar sobre la teología, sino para tratar de un asunto práctico de gran importancia.

10:1 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios es por la salvación de Israel, 2 porque yo soy testigo de que tienen celo por Dios, pero no conforme al verdadero conocimiento. 3 Ignorando la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios, 4 pues el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. 5 Moisés escribe así de la justicia que es por la Ley: «El hombre que haga estas cosas vivirá por ellas». Romanos 10:1-5 RVR—1995

 El contexto desde el principio hasta el fin del libro de Romanos es la Ley mosaica.
 Pablo dice aquí que los judíos procuran establecer su propia justicia. Pero no se refiere a personas que procuran vivir de manera piadosa por medio de sus propios esfuerzos, y son, por lo mismo, rechazados por Jesucristo.
 Él se refería a los judíos (aun después del cumplimiento de la Ley) que aún procuraban establecer su justicia delante de Dios por medio de guardar la Ley. Estas personas llegaron al punto de matar al propio Hijo de Dios.
 Después cita a Moisés para explicar cuál es la justicia de la Ley: ―el hombre que haga estas cosas vivirá por ellas‖. Tal salvación era por medio de guardar a la perfección la Ley. Pero nadie, menos Jesucristo, hizo eso.

11:1 Por tanto, pregunto: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera!, porque también soy israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. 2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis lo que dice la Escritura acerca de Elías, de cómo se quejó ante Dios contra Israel, diciendo: 3 «Señor, a tus profetas han dado muerte y tus altares han derribado; solo yo he quedado y procuran matarme»? 4 Pero ¿cuál fue la divina respuesta? «Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal». 5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. 6 Y si es por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no sería gracia. Y si es por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no sería obra. Romanos 11:1-6 RVR—1995

 Vuelvo a hacer la pregunta: ¿Habla él de la obediencia a Jesucristo? No, habla de los judíos que se salvaron. No se salvaron por medio de obedecer a la Ley ni por las obras de la Ley.
 ¿Precisa que Pablo diga ―obras de la Ley‖ cada vez que usa el término ―obras‖ desde el principio hasta el fin de esta carta?
 Cuando lee toda la carta a los Romanos, lo repite vez tras vez. Él subraya que se refiere a las obras de la Ley.
3 Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse, 4 a pesar de los falsos hermanos que se habían introducido entre nosotros a escondidas, para espiar nuestra libertad —la que tenemos en Cristo Jesús—, para reducirnos a esclavitud. 5 A los tales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciera con vosotros. Gálatas 2:3-5 RVR—1995

 ¿Cuál era la cuestión aquí? ¿Era una cuestión abstracta de personas que se esforzaban por obedecer a Cristo y vivir de manera piadosa? ¿Eran personas que debían haber estado diciendo: ―Todas mis justicias son como trapo de inmundicia, y yo no puedo hacer nada bueno‖? ¿Eran personas que por lo mismo estaban tranquilas y decían: ―Voy a ser salva sólo por gracia; ni me voy a esforzar por ser piadosa, ni por obedecer a Cristo?‖
 ¡No! ¡De nuevo se refiere a la circuncisión! Los que se esforzaban por esclavizar a los gentiles de Galicia eran judíos. La esclavitud era la de ser circuncidados y vivir por la Ley. Eso queda patente en los versículos 14-21 del mismo capítulo.

Él dice: 14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: «Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?» 15 Nosotros —judíos de nacimiento y no pecadores de entre los gentiles—, 16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado.
17 Ahora bien, si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros resultamos ser pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? ¡De ninguna manera! 18 Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. 19 Yo por la Ley morí para la Ley, a fin de vivir para Dios. 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21 No desecho la gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia, entonces en vano murió Cristo. Gálatas 2:14-21 RVR—1995

 No hace falta interpretar este pasaje. Queda claro que Pablo dice que ni los judíos se salvaron por la Ley. Al igual que los gentiles, se salvaron por la gracia. Ahora son pámpanos en la vid, así como pudo decirlo Pablo: ―Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí‖. Todo cristiano debe poder decir lo mismo.
 Ahora bien, muchos cristianos lo dicen, pero no es cierto. Su carne vive aún porque no han muerto ni a sí mismos ni al pecado.

2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la Ley o por el escuchar con fe? Gálatas 3:2 RVR—1995
 Queda muy claro que en Gálatas Pablo habla de la Ley y de la circuncisión. Es indignante ver que tantos teólogos pasan por este libro, jugando el juego del traje nuevo del rey y fingiendo no ver nada allí sobre la Ley de Moisés, a pesar de que Pablo lo diga vez tras vez tras vez.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. 9 No por obras, para que nadie se gloríe, 10 pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas. Efesios 2:8-10 RVR—1995


 Ahora bien, creo que es probable que todos hayamos oído esta cita mil veces en la vida.
 ¡Ajá!, puede estar pensando usted, Pablo sí dice que somos salvos sólo por fe, no por obras; por lo que obedecer a Cristo no es parte de la salvación. Pero, no de eso habla él en este pasaje. No escribe de manera abstracta de la salvación.
 Él trata de la cuestión de obligar a los gentiles a cumplir la Ley, porque en el versículo siguiente dice:
11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15 aboliendo en su cruz las enemistades (la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas), para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. 17 Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos y a los que estáis cerca. Efesios 2:11-17 RVR—1995
 ¿Cuál es el punto de Pablo? Que no nos salvamos por las obras de la Ley. Él dice que la Ley se ha cumplido y se ha clavado a la cruz. Dice que era una barrera entre los judíos y los gentiles. Ahora esa pared intermedia ha sido derribada. Como dijo varias veces, en Jesucristo no hay ni judío ni griego.
2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los que mutilan el cuerpo, 3 Nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne, 4 aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más; 5 circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo. Filipenses 3:2-5 RVR—1995
 ¿Qué significa: ―confianza en la carne‖? ¡Se refiere a la circuncisión! Creo, francamente, que cualquier alumno del sexto grado comprendería esto sin dificultad. Solamente en las manos de los sabios e intelectuales se vuelve Pablo algo que no es. Le atribuyen palabras que no dijo nunca.
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha por mano de hombre, sino por la circuncisión de Cristo, en la cual sois despojados de vuestra naturaleza pecaminosa. 12 Con él fuisteis sepultados en el bautismo, y en él fuisteis también resucitados por la fe en el poder de Dios que lo levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados. 14 Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. 15 Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. 16 Por tanto, nadie os critique en asuntos de comida o de bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o sábados. 17 Todo esto es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. Colosenses 2:11-17 RVR—1995

 De nuevo, Pablo se refiere a la Ley mosaica. Se refiere a que los judíos juzgaban a los gentiles por no vivir según la Ley.
Ahora bien, yo hablé de que no sólo hay muchas traducciones infieles de la Biblia, sino que muchos comentarios, apuntes bíblicos, enciclopedias bíblicas y diccionarios también son infieles. Durante la Edad Media, Roma lo hizo difícil para el hombre medio oír lo que dice en verdad la Biblia. Se opusieron a las traducciones a la lengua vernácula. Desde luego, Martín Lutero tradujo al alemán la Biblia, pero hizo casi lo mismo, aunque a un grado menor que Roma. Se aseguró de poder influir a todos los lectores de su Biblia por medio de hacerles comprender cosas que la Biblia ni siquiera dice.
En la parte 1 mencioné el hecho de que su introducción al libro de Romanos usa casi la mitad de las páginas que el libro mismo. En otros términos, él le dice todo lo que dice Pablo antes de que usted lee el libro. De esta manera, cuando usted lo lee, lo comprenderá totalmente distinto a lo que Pablo dijo en verdad.
 Espero que ya comprenda que están del todo fuera de su contexto todos los pasajes que los discípulos de Martín Lutero citan para probar que no hay relación alguna entre la salvación y las obras, o ser un cristiano piadoso, u obedecer a Jesucristo. Pablo se refiere a la Ley mosaica. Esa Ley se debe escribir con mayúscula cuando la traducimos.

En su Biblia, Martín Lutero escribió la palabra ―Ley‖ con minúscula. En la introducción él dijo esto para que lo oyera antes de leer las palabras de Pablo:

 ―Acostúmbrese, pues, a este idioma, y se dará cuenta de que hacer las obras de la ley y cumplir la ley son dos cosas muy distintas. La obra de la ley es todo lo que se hace o se puede hacer para observar la ley del libre albedrío o de las fuerzas propias.‖ Martín Lutero

 Él escribe ―ley‖ con minúscula, que la hace equivalente a los mandamientos de Jesús
―Pero ya que bajo todas estas obras y junto con ellas queda en el corazón una antipatía a la ley y a la obligación de observarla, todas estas obras son esfuerzo inútil y sin valor alguno. Eso es el significado de lo que San Pablo dice en el capítulo tres al decir que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Dios. Sin embargo, cumplir la ley es hacer sus obras con placer y amor, y vivir una vida piadosa y buena de su propio acuerdo sin la obligación de la ley.‖ Martín Lutero


 Ciertamente, yo estoy totalmente de acuerdo con decir que no es asunto de sólo guardar los mandamientos de Jesús. Por eso mismo lo hemos descrito como una relación de obediencia, amor y fe.
 Los judíos se esforzaban por guardar los mandamientos de Moisés. Si usted se esfuerza por guardar esos mandamientos de Jesús de la misma manera, va a fallar. Jesús dijo: ―Separados de mí nada podéis hacer.‖ Juan 15:5 RVR—1995
 Pero Pablo ni siquiera se refería a eso. No dijo que usted busca su propia justicia si procura obedecer a Jesucristo. No dijo que es malo eso, por lo que en vez de procurarlo, hay que permitir que pase por sí solo. En otros términos, si tiene fe, resultará en obediencia por sí solo.
 Si es cierto eso, ¿por qué no pasó? Los alemanes creyeron a Lutero, pero ni en tiempos de él, ni en ningún momento después ha sido nación piadosa Alemania. No sirvió. Los cristianos evangélicos de hoy día dicen lo mismo. Sin embargo, ¿por qué hallan odiosas las enseñanzas de Jesús, los mismos que dicen: ―He sido salvado aparte de la obras; por lo mismo, obro en Cristo y en el Espíritu Santo‖? ¿Por qué se oponen tan fuertemente a lo que dijo Jesús? ¿Por qué creen que él nos da mandamientos imposibles de cumplir, aun con su Espíritu?

 Así que en cada una de las cartas que Pablo dirigió a cierta congregación, cuando se refiere a obras, significa obras de la Ley de Moisés. Se refiere en especial a la circuncisión. No se refiere a vivir en obediencia a Jesucristo.
Ahora bien, en sus cartas pastorales a Tito y Timoteo, Pablo hace varias declaraciones parecidas a las que hizo en sus cartas a las varias iglesias. Por el contexto de estas dos cartas, no queda claro si Pablo habla de la Ley mosaica. Supongo que sí, porque tenemos todos estas cartas, y él dice lo mismo a cada congregación sobre la misma cuestión. Tito 1 dice lo siguiente, que de lo más probable es el marco en que Pablo hace la otra declaración:

10 Hay aún muchos obstinados, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión. 11 A esos es preciso tapar la boca, porque trastornan casas enteras enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene. 12 Uno de ellos, su propio profeta, dijo: «Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos». 13 Este testimonio es verdadero. Por eso, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe 14 y no atiendan a fábulas judaicas ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Tito 1:10-14 RVR—1995
Ahora bien, en el capítulo 3 dice lo siguiente: 3:1 Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra. 2 Que a nadie difamen, que no sean amigos de contiendas, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con toda la humanidad.
8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. 9 Pero evita las cuestiones necias, como genealogías, contiendas y discusiones acerca de la Ley, porque son vanas y sin provecho. 10 Al que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, 11 sabiendo que el tal se ha pervertido, y que peca y está condenado por su propio juicio.
12 Cuando te envíe a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí a Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno. 13 A Zenas, intérprete de la Ley, y a Apolos, encamínalos con solicitud, de modo que nada les falte. 14 Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no se queden sin dar fruto. Tito 3:1-14 RVR—1995
Ahora bien, yo creo que Pablo habla de la Ley mosaica al decir que el Salvador nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho. Sin embargo, no soy dogmático en cuanto a eso. Sí, precisa notar que él usa el tiempo pasado de verbo. Dice: ―nos salvó … por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo‖, no por medio de nuestras propias obras justas.
Nadie está en la vid de Jesucristo a causa de su propia justicia. Dios nos salvó (el aspecto pasado de la salvación) sin relación alguna con las obras de la Ley y nuestra obediencia. Nuevamente, como ya hemos dicho, lo único que él exige es que creamos, que nos arrepintamos de nuestra vida impía y de nuestros pecados, y que nazcamos de nuevo por medio del lavamiento de la regeneración. Es de esta manera que llegamos a ser un pámpano que crece en la vid de Jesús. No lo ganamos. No nos ganamos el aspecto futuro tampoco. Pero Jesús lo hizo muy patente: tenemos que obedecer sus mandamientos si hemos de permanecer en la vid. Llegamos a estar en la vid sin relación alguna con la obediencia, pero ciertamente tiene que ver con permanecer en ella. Creo que con ese contexto y pensamiento Pablo escribe a Timoteo.

Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios. 9 Él nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos. 2 Timoteo 1:8-9 RVR—1995
 De nuevo, Pablo habla del aspecto pasado de la salvación: ―Él nos salvó‖. No somos salvos según nuestras obras; si así fuera, ninguno de nosotros estaría en la vid de Jesucristo. Somos salvos por gracia.

El resumen.
Al terminar, le recuerdo que no ha llegado al final de este mensaje hasta que haya leído las escrituras recomendadas
también hay pasajes de mucha importancia del libro de Hebreos y del libro de Apocalipsis. Espero que después de repasar este estudio y de leer, le quede igualmente claro a usted como a mí que la salvación no es un acontecimiento de una vez para siempre. Tiene aspectos pasados, presentes, y futuros. El ejemplo que mejor resume todo lo que enseña el Nuevo Testamento sobre la salvación es el que Jesús mismo nos dio: el de permanecer día tras día como pámpanos en su vid. Debe quedar patente que somos salvos verdaderamente por la gracia de Dios. Sin embargo, Cristo exige una relación continua con él de obediencia, amor y fe. Durante el resto de la vida tenemos que mantener fielmente esta relación con él para experimentar el aspecto futuro de la salvación, es decir, al final entrar en el cielo. Dios nos dará el poder para hacerlo si en verdad lo amamos con todo el corazón, la mente y el alma.

Por David Bercot













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